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La renuncia papal

Fue una periodista argentina la que en el último viaje papal volvió sobre el tema de la presencia de dos hombres de blanco en la Iglesia, el Papa Francisco y el Papa Benedicto. Uno en ejercicio pleno de su ministerio como sucesor de san Pedro y el otro emérito, ya no en funciones, sino dedicado a la oración.

Es cierto que la figura de Papa emérito es novedosa. Gabriel Zaid elenca la renuncia del papa  entre los signos del progreso humano. Pero ya el mismo Papa Benedicto XVI la había anunciado en su diálogo con el periodista Peter Seewald, libro editado con el título de “Luz del Mundo”. A la pregunta: ¿puede pensarse en una situación en la que usted considere apropiada una renuncia del papa? La respuesta fue contundente: Sí. Si el papa llega a reconocer con claridad que física, psíquica y mentalmente no puede ya con el encargo de su oficio, tiene el derecho y, en ciertas circunstancias, también el deber de renunciar”. Advirtió sin embargo el Pontífice, que no sería aceptable una renuncia por huir de una responsabilidad. Tendría que ser en un momento sereno, o cuando ya no se puede más (Pg 43). Estas condiciones las cumplió a la letra el Papa Benedicto XVI en el texto de su renuncia y con la actitud serena de ese momento, emotivo sin duda para él y de gran significado para la Iglesia.

Por su parte, el Papa Francisco explicó una vez más que el Papa Benedicto es emérito como él ha dicho claramente aquel 11 de febrero que daba su dimisión a partir del 28 de febrero, que se retiraba para ayudar a la Iglesia con la oración. Y está ayudando a la Iglesia en el monasterio rezando. En el texto de renuncia ante los cardenales, dijo: Uno de ustedes será seguramente mi sucesor. Prometo obediencia. Y el Papa Francisco añadió este elogio, anunciando su felicitación por el próximo 65 aniversario sacerdotal: Le diré unas palabras a este gran hombre de oración, valiente, que es Papa emérito no segundo Papa, que es fiel a su palabra y para mí es un abuelo sabio en casa. El periódico del Vaticano informó de este encuentro fraternal.

Es provechoso recordar este acontecimiento, no tanto para esclarecer dudas o satisfacer curiosidades, sino para reflexionar sobre el significado de un acontecimiento que suele producirse en la Iglesia. Nuestra experiencia entre hombres del poder político o intelectual es la de descalificarse el uno al otro y negar continuidad en las obras y proyectos con su antecesor, con gran daño para la comunidad. En la Iglesia no es así. Por eso no la entienden. NI la quieren entender. Mucho menos eso de la oración. En la entrevista con P. Seewald, el Papa Benedicto XVI tocó los temas más actuales y difíciles de la Iglesia, apuntando ya soluciones y respuestas, y que ahora el Papa Francisco está desarrollando y exponiendo con un nuevo lenguaje y desde su experiencia y sabiduría pastoral. El Papa Benedicto XVI había dicho que Dios había elegido a un papa profesor universitario para mostrar la coherencia entre ciencia y fe, y ampliar el espacio de la razón. Así lo hizo durante su pontificado. Otra cosa es que lo hagamos nosotros también. El Papa Francisco sí. Ahora el Papa Francisco, dotado por Dios de una rica experiencia pastoral, se empeña en bajar toda esa doctrina y sabiduría teológica al nivel de nuestra vida y experiencia cotidiana, para ayudar a los fieles cristianos a ser coherentes con su fe y a sus pastores a serlo de verdad.