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Filme distinto y singular

Su título BIAGIO. Estrenado en pleno verano. Lo peor para su lanzamiento y para reclamo de audiencia. Se exhibe en pocas salas. Pasará, seguro, desapercibido para la mayoría de la crítica y de los amantes del cine. Nada de alardes hollywoodenses. Pobre en su presupuesto, su realización, propaganda, dirección, producción e interpretación. Sin un guión impactante, sin una sola escena de sexo, de violencia o fantasías visuales de efectos ultradigitales. Apta para todos los públicos y gratamente entretenida, cristiana y aleccionadora.

Pese a todo lo dicho, la película propugna un mensaje universal. Es muy humana. Para la mayoría, inolvidable. Hace reflexionar a todos y es de generalizada aceptación por su desarrollo sencillo e integral. Su tema central: Un hombre de familia italiana acomodada socialmente, vive ahíto por el tenor de vida que lleva. Decide buscar a Dios decidida y personalmente, en contacto duro y realista con la naturaleza. Solo tiene un amigo de perenne compañía: su fiel mascota “libre”. Biagio, el protagonista, es capaz de ganarse la vida, pero sin el más mínimo apego al dinero; dispuesto al perdón y amor por los pobres como él. Es un hombre de fe, oración y confianza ciega en Dios, a quien busca sin descanso, día y noche. Los avatares de su vida le ponen en contacto con otros “hermanos” de fe y vida y él, en situaciones límites, sin techo, pan, ni salud, comparte todo cuanto tiene y se siente completamente feliz. Ha encontrado a Dios finalmente como S.Francisco de Asís en su vida actual. No es poco. Película recomendable para los que busquen en el cine algo más que la pura diversión.