La gente recibe tanta información pero nunca se entera de nada.
He leído una frase del director de Hispanidad digital que me ha impactado, y que brindo al lector no superficial: “Existe una sobreproducción intelectual: la saturación informativa, gracias a la cual la gente recibe tanta información que nunca se entera de nada. Esta es mucho más nociva que la sobreproducción de bienes: Provoca necedad generalizada”.
He aquí un perfecto diagnóstico de nuestra actual sociedad. Los múltiples acontecimientos que a diario, caen sobre nosotros, por todos los medios, en incontenible cascada, resultan casi imposibles de procesar con calma, y nos arrastran al aturdimiento y a la irreflexión.
Predomina en muchísima gente una carencia de criterios y una falta de reflexión personal sobre los problemas y eventos de la vida. Otros, más avisados, les toman la delantera y se encargan de pensar y reflexionar por ellos. Naturalmente, esta actitud, arrastra, sin más, al borreguismo intelectual, a la inoperancia, y a la falta de libertad práctica.
No es la falta de conocimientos el mal de nuestro siglo, sino la saturación de noticias e ideas,que dejan al hombre indefenso y sin criterios propios, frente a la avalancha de información, imposible de digerir.