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¿Nos hemos vuelto locos?

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A menudo hay noticias que pasan desapercibidas al lector y que no dejan de tener su importancia ya que, desgraciadamente, reflejan el odio, la indiferencia y la brutalidad del ser humano por el propio ser humano.

 

A menudo hay noticias que pasan desapercibidas al lector y que no dejan de tener su importancia ya que, desgraciadamente, reflejan el odio, la indiferencia y la brutalidad del ser humano por el propio ser humano.

No son titulares sobre la investigación del 11M, ni sobre las manipuladas y accidentadas elecciones en Cataluña. Tampoco se refieren al juez Garzón, ni a Bono ni a Rubalcaba y, mucho menos, al mal llamado "proceso de paz" ni a la humillación y desconsuelo que sienten los familiares de las víctimas del terrorismo.

Titulares como "Hallan con vida a una recién nacida en una bolsa de plástico", o "Una pareja francesa tenía bebés congelados" o "Encuentran en Brasil a un bebé enterrado vivo" me desgarran por dentro, me duelen con una intensidad que hasta me hace llorar.

¿Qué nos está pasando? ¿Nos hemos vuelto todos locos? ¿Dónde quedó el respeto por la vida del ser humano? ¿Tan desesperada estaba esa madre para llegar a actuar de forma tan cruel y vomitiva con su hijo recién nacido? O quizá deberíamos preguntarnos: ¿Nos hemos planteado qué parte de responsabilidad debemos asumir ante mujeres que se sienten agobiadas y abrumadas por embarazos llamémosles "intempestivos"?

Personalmente, siempre he pensado que ser madre es la máxima del amor humano. Recuerdo como si fuera hoy cada uno de los días en los que supe que esperaba un hijo como algo maravilloso y mágico; recuerdo con verdadera emoción cada patada de cada uno de ellos y recuerdo el momento de su nacimiento como el mejor de los regalos.

Intento comprender las razones, la "pesada carga", a las que aluden las mujeres que deciden abortar "libremente". De verdad que lo intento, aunque me cuesta y no lo pueda entender, especialmente cuando veo esos testimonios gráficos de los distintos métodos de aborto: Asesinato por legrado o "D & X" a las 32 semanas, por envenenamiento salino, por succión, por histerotomía o cesárea, por prostaglandinas o por la RU486..

Incomprensible y difícil de aceptar, ¿verdad?

Pero llegar a enterrar a tu hijo recién nacido, a un ser humano vivo e inocente, que te mira a los ojos y te sonríe.. eso creo que no podré entenderlo jamás.