Hoy al contemplar tantas diferencias entre dos grupos de hermanos, donde sus representantes en esta tierna y supuesta democracia, plantean unas formas de hacer las cosas tan dispares que se hace difícil la conciliación.
A los que no quieren saber nada de las tradiciones judío-cristianas (que estaban muy vivas en el siglo pasado), quizás les resulte poco adecuado citar algunas relatos que aparentemente aporto un tal Abraham antes de que le pusieran ese nombre de "padre de una muchedumbre".
Nos cuentan que en una conversación entre Abraham y Lot, llegaron a la conclusión de que el país no les bastaba para habitar juntos. Habían empezado a haber contiendas y que para evitar esas contiendas entre hermanos era mejor separarse.
Hoy al contemplar tantas diferencias entre dos grupos de hermanos, donde sus representantes en esta tierna y supuesta democracia, plantean unas formas de hacer las cosas tan dispares que se hace difícil la conciliación. Y habiendo ya probado con tantos desencuentros una confrontación armada y un consenso pactado. Deberíamos empezar a preguntarnos ¿qué es lo que nos espera?.
Las discrepancias existentes, no son de simples matices. ¡Y ahí está el problema!. Tan sólo observando lo que pasa dentro del país, y haciendo un repaso de como se están confrontando los siete últimos principio que nos aportó un tal Moisés, nos encontramos:
a) La educación cívica y una religión para la intimidad, frente a "acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajaras y harás tus obras.".
b) Jubilaciones, pensiones y residencias, frente a "honra a tu padre y a tu madre".
c) Abortos legales, experimentación con embriones, eutanasia y liberación de asesinos, frente a un "no mataras".
d) Divorcio Express y matrimonios del mismo sexo entre otras cosas, frente a un "no adulterarás".
e) Ciertos impuestos, enseñanza gratuita, corrupción y algunas normativas, frente a un "no robarás".
f) Mentiras institucionalizadas y ciertos contenidos de grandes medios de comunicación, frente a un "no levantaras falso testimonio".
g) Expropiación de casas y otras normativas, frente a un "no desearas la casa de tu prójimo.".
Mientras, existe ese recuerdo de nuestra propia historia que se quiere distorsionar, y al hacer un análisis de los últimos acontecimientos se contempla que según quien nos representa existe un cambio de amigos en el exterior (que choca, si realmente estamos vivimos un proceso de una supuesta globalización donde todos deberíamos tener un sitio), y donde se hace cada vez más difícil ese "separarse" sin separarse.
Pero Abraham planteo y propuso a Lot cuando llegó a la conclusión de que no podían morar juntos como hermanos, una acción: "si tú a la izquierda, yo a la derecha; si tú a la derecha, yo a la izquierda". Aunque no debemos de olvidarnos que cuando a Lot le tomaron cautivo, Abraham tomo las armas y lo liberó.
Y hablando de Abraham, no está de más, traer aquí un fragmento de aquel diálogo que nos aportó un tal Juan: "y conoceréis la verdad, y la verdad os librará". Respondiéronle ellos: Somos linaje de Abraham, y de nadie hemos sido jamás siervos; ¿cómo dices tú: Seréis libres?…".
Ante ese reto o pregunta que le formularon la contestación no se hizo esperar. Pero mejor que el lector si aun sigue interesado, la busque donde la puede encontrar (Jn 8,34).