En el delicado tiempo preelectoral de los Estados Unidos los obispos no callan en defensa de la doctrina de la Iglesia.
“Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia” (Carta del Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe al Cardenal Theodore McCarrick, Arzobispo de Washington, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, 2004).
En el delicado tiempo preelectoral los obispos no callan en defensa de la doctrina de la Iglesia
El 24 de agosto pasado, la demócrata Nancy Pelosi, cabeza de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos y una de las legisladoras pseudo católica que integra el grupo de los llamados políticos católicos pro-choice (abortistas), enarboló su condición de “católica” para justificar el aborto en un importante programa de la cadena NBC, dirigido por el periodista Tom Brokaw.
Inmediatamente se produjo una ola de declaraciones de autoridades eclesiásticas para aclarar el escándalo que las declaraciones de Pelosi produjeron a los fieles y a otras personas de buena voluntad.
La Conferencia Episcopal
El Cardenal Justin F. Rigali, Arzobispo de Filadelfia y presidente de la Comisión para Actividades de Pro-Vida, y Mons. William E. Lori, Obispo de Bridgeport y Presidente de Comisión de Doctrina de la Conferencia Episcopal, dieron a conocer un documento oficial en el que se lee que “los científicos están seguros de que en la fecundación comienza un nuevo individuo humano con la unión del óvulo y el espermatozoide (…) en consonancia con esta concepción moderna, la Iglesia enseña que desde el momento de la concepción (fertilización), a cada uno de los miembros de la especie humana se debe dar el pleno respeto debido a la persona humana, comenzando por el respeto del derecho fundamental a la vida".
Cardenal Egan: quien defiende el aborto no puede ser político
El Arzobispo de Washington, Mons. Donald W. Wuerl citando al Catecismo de la Iglesia Católica (nn. 2270-2271) dio a conocer otra declaración escrita respondiendo a los comentarios de Pelosi: "La vida humana debe ser respetada y protegida absolutamente desde el momento de la concepción (…) Desde el siglo primero la Iglesia ha afirmado la maldad moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado y se mantiene inalterable", añadiendo que “las palabras de la House Speaker Nancy Pelosi tergiversan la historia y la naturaleza de la auténtica enseñanza de la Iglesia Católica contra el aborto”.
Mons. Charles J. Chaput, Arzobispo de Denver, también emitió un comunicado en el que dice que “el derecho a elegir” (derecho al aborto) que sostiene Pelosi contradice la doctrina católica y añadió: “ninguno de los Padres de la Iglesia, afirmó que el aborto no fuera intrínsecamente malo, en la Iglesia primitiva el aborto estaba estrechamente asociado con el infanticidio. (…) En resumen, desde el principio, la comunidad cristiana sostuvo que el aborto es siempre un pecado mortal (…) Los católicos que buscan excusas para esta doctrina -sean famosos o no- se engañan a sí mismos y abusan de la fidelidad de los otros católicos que tratan sinceramente de seguir el Evangelio y vivir su fe católica”
Intervino también el Cardenal Edward Egan, Arzobispo de New York, que concluía su pastoral diciendo: "En términos más sencillos, (los niños no-nacidos) son seres humanos con derecho inalienable a vivir, un derecho que la Presidente de la Cámara de Representantes (Nancy Pelosi) está obligada a defender a toda costa por las más elementales de razones éticas (…) (Los no-nacidos) no son parte de sus madres, y esto no depende en absoluto de las opiniones de los teólogos de cualquier fe. (…) Cualquiera que se atreva a defender que algunos puedan ser asesinados legítimamente debido a que otro ser humano 'elige' hacerlo o por cualquier otra razón, igualmente ridícula, no puede ser líder en una democracia civilizada”.
Rectificaron también las declaraciones de Pelosi, Mons. Samuel Aquila, Obispo de Fargo; el Arzobispo de San Antonio, Mons. José Gómez y su Obispo auxiliar, Mons. Oscar Cantu.
Carta de otros legisladores
No sólo fueron obispos los que corrigieron públicamente a Nancy Pelosi. Diez miembros de la Cámara de Representantes le enviaron una carta pidiéndole rectificar públicamente su tergiversación de las enseñanzas católicas.
"Como católicos y colegas legisladores, nos vemos obligados a refutar su error sobre la doctrina de la Iglesia Católica en relación a la santidad y la dignidad de la vida humana. (…) Para reducir el escándalo y consternación que causó entre los fieles con sus observaciones, necesariamente debería rectificar por escrito y afirmar la real e histórica enseñanza de la Iglesia que defiende la santidad de la vida humana", concluye la carta firmada por Hon. Thaddeus G. McCotter (MI), Hon. Steve Chabot (OH), Hon. Virginia Foxx (NC), Hon. Phil Gingrey (GA), Hon. Peter King (NY), Hon. Steve King (IA), Hon. Daniel Lungren (CA), Hon. Devin Nunes (CA), Hon. John Sullivan (OK), Hon. Patrick Tiberi (OH), todos del partido republicano. No faltará quién interprete esta carta como una maniobra electoral. Pero se debe tener en cuenta que no pueden desecharse estas definiciones -testimonios- tratándose de políticos, cuando justamente los obispos de los Estados Unidos desde hace mucho pretenden que los temas pro-vida queden claros para los electores antes de las elecciones.
No es la primera vez que Nancy Pelosi provoca el escándalo a través del “show mediático”. Recordemos que en abierta desobediencia a los obispos norteamericanos y al magisterio de la Iglesia junto a John Kerry y Rudy Giuliani -otros pseudo católicos pro-choice- aparecieron “casualmente” fotografiados por la prensa comulgando de manos de alguno de los sacerdotes ayudantes, en la Misa que celebró Benedicto XVI en el Yankee Stadium de New York, el 24-04-08.
Juan Bacigaluppi / Noticias Globales