Diez consejos a quienes ocupan, temporalmente, la dirección política del funcionariado, estable, para tratar de resolver los temas públicos de una sociedad moderna en plena crisis de transformación.
Diez consejos a quienes ocupan, temporalmente, la dirección política del funcionariado, estable, para tratar de resolver los temas públicos de una sociedad moderna en plena crisis de transformación:
"Jamás te olvides que estás para servir a quienes te han elegido,… y a todos los demás. No trates de salvar, ni siquiera de cambiar, el mundo (eso no lo espera nadie); basta con mejorar algunos aspectos decisivos del mismo en el área y en la escala que te correspondan".
"Cuando subas por una escalera recuerda con quienes te cruzas, porque te los volverás a encontrar cuando desciendas. El responsable de un Departamento o de una tarea depende de sus colaboradores y del electorado, mucho más que en sentido recíproco".
"No entiendas que la verdadera oposición es el funcionariado: Simplemente ellos estaban allí antes, acumulan mucha experiencia (y algunas inercias) y ya han visto tropezar a otros políticos muchas veces con obstáculos parecidos. Hazles copartícipes de tu visión, trabaja conjuntamente y seréis más eficaces".
"Desconfía de los funcionarios-corcho que siempre que levantan el dedo para ocuparse de todo sin plantear dificultades: Nunca resuelven nada y te harán perder el tiempo".
"Escucha a quienes ya lo intentaron antes y comparte con ellos tus argumentos y soluciones, aceptando las modificaciones que recibas si te parecen convenientes".
"El éxito de la gestión con grandes estructuras y miles de colaboradores depende de saber delegar, marcando líneas, confiando en los equipos establecidos y evaluando los resultados".
"Evita la concentración de poder y los cuellos de botella en las decisiones. Si la ciudadanía se cuentan por varios millones y el funcionariado por bastantes decenas de miles, quienes resuelven día a día deben ser muchos centenares".
"Ten siempre presente una perspectiva de medio y largo plazo, conociendo la historia anterior para apuntar hacia un futuro más allá de una o dos legislaturas".
"Sólo alcanzan un cierto grado de permanencia los sistemas que cuestan cambiar. Lo fácil es modificar los detalles para que el fondo siga inalterado, pero un gobierno se elige para tomar decisiones no triviales que creen un futuro mejor, con medidas que, probablemente, no serán ni evidentes ni populares".
"Tienes poco tiempo y mucha tarea. Lo importante que exige cuatro años, empiézalo ya; lo urgente pero no relevante, eso puede esperar a una mejor planificación que se coordine con lo fundamental".
Estos consejos a los Consejeros no sólo pretenden ser válidos por el cambio completo de Gobierno, que algunos en Educación ya hemos vivido varias veces con diez titulares. Pueden ser valiosos en todo momento y en toda empresa o institución. Ya han sido participados con equipos anteriores, con una aceptación muy parcial y desigual. Es una lástima que la lucidez que se alcanza la clase dirigente política cuando se despide del gobierno (algo que inexorablemente sucede, antes o después), no se transmita íntegra a sus sucesores para seguir aprendiendo y creciendo.
Por Mikel Agirregabiria Agirre (España)