¿Qué tienen que ver los huevos y el conejo con la Pascua del Cristo Resucitado?
LA PASCUA QUE SE MENCIONA EN LA BIBLIA.
El origen de la Pascua se remonta al año 1513 antes de Cristo, cuando el pueblo judío emprendió su éxodo desde Egipto, hacia la Tierra Prometida. Esta Pascua se celebraba cada año, como recordatorio de la liberación del pueblo hebreo. De hecho Pascua significa paso del Señor. Y se refiere al momento cuando el ángel del Señor pasó por Egipto y mató a los primogénitos de aquellos que no habían puesto la señal de la sangre del cordero inmolado en sus puertas. En la pascua judía no se celebra la muerte de aquellos primogénitos sino el paso de la esclavitud a la libertad. Pascua significa paso y vienen del hebreo.
PASCUA CRISTIANA.
La Pascua de Resurrección evoca pues el paso de la muerte a la vida. Y es lo que hizo Jesucristo al vencer la muerte y resucitar. Al decir vencer a la muerte no evoco a una entidad espiritual que luchó con Jesucristo del cual este salió vencedor, más bien evoca a vencer esa etapa de la vida que llamamos muerte y en la que algunos piensan que hasta ahí llega el destino del hombre. En otro momento podemos hablar sobre la llamada “santa muerte” par a desmentir su figura, hoy sólo nos enfocamos sobre la pascua de Cristo, es decir de el paso de la muerte a la vida y que para el cristiano debe ser el paso de la vida de pecado a la vida en plenitud en Cristo.
LA PASCUA EN LA ACTUALIDAD.
El intercambio de huevos de Pascua de chocolate es muy extendido en Polonia, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Italia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Chile y en ciertas zonas de México, viene celebrándose desde hace poco más de 8 siglos. Por estas fechas las pastelerías comienzan a decorar sus escaparates con unos coloridos huevos de chocolate. En estos lugares que hemos mencionado asocian Pascua de Cristo con un conejo y huevos de chocolate decorados y escondidos en los parques, los cuales deben ser encontrados por los niños. Para algunos simboliza la persecución de Jesús por parte de Herodes y la intervención de Dios para evitar ser encontrados. A mi modo de ver esta interpretación está más que estirada y no le veo ninguna conexión.
LA DISTORCIÓN DE LA PASCUA.
Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha observado distintas festividades, consideradas sagradas para muchos feligreses. Sin embargo, con frecuencia ocurre que lo sagrado se mezcla con lo profano, formando un sincretismo de múltiples culturas. Esto lo vemos con la Pascua.
LOS HUEVOS Y EL CONEJO EN OTRAS CULTURAS.
Las imágenes del conejo y el huevo son mencionadas desde hace siglos en otras culturas y son asociadas a la fertilidad. El hecho de asociar el huevo a la fertilidad y por coincidir la Pascua con la estación primaveral, estación fértil por excelencia, hace que se establezca por toda Europa como símbolo de la Pascua. Otros registros históricos mencionan que los orígenes de la Pascua Florida (en ingles «Easter») se remontan a la fiesta primaveral en honor a la diosa teutónica de la luz y la primavera, conocida como «Easter». (The Westminster Dictionary of the Bible). La primavera era una época sagrada para los adoradores fenicios del sexo. Los símbolos de la diosa de la fertilidad; «Astarté» o «Istar» eran el huevo y la liebre. En algunas estatuas se la representa con los órganos sexuales toscamente exagerados, mientras que en otras figuras aparece con un huevo en la mano y un conejo a su diestra.
LOS HUEVOS Y EL CONEJO EN LA RELIGIÓN CRISTIANA.
Hace muchos siglos el tiempo de la Cuaresma era vivido con mayor rigor y austeridad. Teodulfo de Orleans, en siglo VIII, consideraba la abstinencia de huevos, queso y pescado como señal de una virtud excepcional. San Gregorio, en una carta a san Agustín de Inglaterra, fija la norma: “Nos abstenemos de carne y de todo aquello que viene de la carne, como la leche, el queso y los huevos.” Esto después lo adopta la iglesia en general. Y ya en el siglo IX la Iglesia prohibió el consumo de huevo durante toda la cuaresma. Esta norma duró hasta 1784. La gente pues durante cuaresma recolectaba los huevos y los hervía. Y para distinguirlos de los no cocidos o hervidos, los decoraban o pintaban. Estos se regalaban a las personas desde el primer domingo de Pascua para poder alimentarse y consumir lo que se había guardado. Esta costumbre de regalar huevos siguió y tomó nuevos rumbos y formas aunque ya no eran hervidos sino de chocolate o de dulce. Al mismo tiempo que se agregó el dichoso conejo que para muchas culturas es símbolo de fertilidad. Otros más inventaron el cuento del conejo que escondido en el santo sepulcro vio como resucitaba Cristo y al verlo salió corriendo a anunciar el acontecimiento. A esta mezcla de creencias y de figuras de otras culturas se le llama SINCRETISMO, es de decir mezclar de todo sin criterio.
Usted mismo saque sus conclusiones y pregúntese si este tipo de costumbres de regalar huevos de chocolate y de promover conejos le ayuda en el conocimiento de su fe cristiana o le distorsiona y desplaza el acontecimiento más importante que es la Resurrección de Cristo el Hijo de Dios.
Hasta la próxima.
Por Modesto Lule msp
Twitter: @ModestoLule
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Muy buen articulo padre, como siempre mostrandonos cosas muy actuales, saludos de los MSP de Monterrey.