Además de que recientemente el Dr. Miguel Nicolelis, ha sido puesto en duda por sus posturas con respecto el aborto y la homosexualidad, en calidad de ordinario en la Academia Pontificia de las Ciencias, este estamento vaticano nos viene mal acostumbrando desde hace tiempo a ciertas afirmaciones que no son lo éticamente admisibles que se esperaría de ella, recordamos también el dictamen favorable que emitió en relación con los cultivos transgénicos, que a través de un superficial análisis que no tuvo en cuenta las consecuencias de este tipo de agricultura en poblaciones autóctonas como las de los agricultores de algodón BT Monsanto en la India demuestran una vez más su falta de la ética necesaria para estar al nivel de desempeñar una labor tan importante como la que debería desarrollar en favor y no en contra de la iglesia. Ver / descargar.
Entrando en materia, así como el CERN en Suiza ha confirmado a los medios de comunicación de la existencia de la denominada partícula de Dios o bosón de Higgs, por contra el Dr. Stephen Hawking, miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias, ha negado la intervención divina en el proceso de formación del universo.
Es decir, mientras un organismo con intereses científicos confirma mediante su demostración que interviene una partícula divina en el proceso a través del cual la energía del universo adquiere masa, cuestión que físicos e ingenieros llevan investigando durante décadas, en contraste uno de los miembros de otra institución que depende del mismo Vaticano se ha esmerado en todo lo contrario, es decir, en difundir la falsa impresión de que en la formación del cosmos no existe intervención de Dios alguna.
Estas son las realidades y contradicciones del relativismo de nuestra ciencia moderna, es decir, que la Academia Pontificia de las Ciencias no se atribuye la membresía de Peter Higgs, pero en cambio concede a Stephen Hawking su pertenencia, cuando de sus conclusiones se deriva un incompatible ateismo científico.
El campo y bosón de Higgs o partícula divina.
Los científicos del CERN en Ginebra han anunciado que han detectado el bosón de Higgs o «partícula de Dios».
Hace miles de millones de años se produjeron altos niveles de energía, en una gran explosión interestelar, el big bang, teoría formulada por Georges Lemaitre. Los físicos teóricos han formulado desde entonces la composición de la materia a partir de la partícula más elemental, los átomos, hallando en sus investigaciones que en ellos radica un núcleo, protones, neutrones, electrones, quarks, etc …
Los ingenieros del CERN (Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire) en su busca de nuevas partículas subatómicas, las aceleran a grandes velocidades y energías y las hacen colisionar, como resultado tanto la masa como la energía deben conservarse, pero cuando falta una parte al final del proceso, los científicos saben que se ha creado una partícula nueva, así han descubierto los neutrinos.
En sus investigaciones han considerado las fuerzas fundamentales de la naturaleza : la gravedad, el electromagnetismo, la fuerza nuclear fuerte y débil; y observaron que a altas energías, tanto el electromagnetismo como la fuerza nuclear se comportan de modo similar, pero en cambio, a bajas energías son muy distintas, es decir, mientras los fotones del electromagnetismo no tienen masa, los bosones W y Z de la fuerza nuclear si la tienen, pero la pierden y se comportan como el fotón cuando aumenta el nivel de energía.
Peter Higgs, un físico teórico del Reino Unido, en la década de los años 60 del siglo XX sugirió para explicar este fenómeno, la posible existencia de un campo en el universo que era el responsable de dar masa a la energía para convertirla en materia. Para ello, formuló dos conceptos, el campo y bosón de Higgs, así cuando las partículas subatómicas encuentran resistencia en su trayectoria (por ej, los bosones W y Z) adquieren masa, y cuando no la encuentran (por ej. los fotones) no la tienen, este sería pues el campo de Higgs, que estaría compuesto de unas partículas denominadas bosones de Higgs que serían las encargadas de hacer adquirir la masa de que se compone la materia.
Desde el punto de vista de la teoría de Higgs, la vida media en reposo de un bosón H puede llegar a ser infinitesimal, y el colisionador LHC (Large Hadron Collider) de partículas subatómicas que chocan a grandes velocidades dejan huellas tras de sí, y las pruebas han permitido determinar los umbrales de energía en los que es posible detectar un bosón de Higgs.
Los ingenieros del CERN han aislado en sus últimos experimentos de colisionadores, variaciones en los campos de energía que no se han producido en otros experimentos anteriores que les han hecho llegar a la conclusión de que han detectado las vibraciones de campo que determinan la presencia del bosón de Higgs.
El modelo estándar de la física depende de este descubrimiento para corroborar la existencia de esta partícula, ya que cada vez que se pone a prueba lo que la teoría ha demostrado gracias al campo y bosón de Higgs, las predicciones sobre el comportamiento del Universo funcionan.
Las medidas indirectas de la existencia del campo indican la presencia de su bosón que es difícil de detectar porque se desintegra inmediatamente en otro tipo de partículas subatómicas y la principal dificultad estriba en registrar el suceso.
En lo relativo a la fuerza de la gravedad, además del electromagnetismo y la fuerza nuclear, se ha formulado de forma paralela la que se ha denominado la teoría de cuerdas, que se ha puesto en boga durante las últimas décadas y llega a otra hipótesis, la existencia del gravitón, que en la práctica ha sido imposible de detectar en los numerosos experimentos de mecánica cuántica en FermiLab (EE.UU.) y CERN (Suiza).
El sistema del cosmos y las contradicciones de Stephen Hawking.
Desde la concepción científica de la cosmología, la propuesta del Dr. Stephen Hawking, que para mayor relativismo de nuestra época, ha actuado en calidad de miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias, niega la intervención divina durante el proceso de formación del universo, lo cual nos lleva a concluir que dicha afirmación entra en evidentes contradicciones.
En primer lugar, en confrontación directa con su membresía en una institución que siempre y hasta ahora se había distinguido por defender las verdades de la fe, pongamos por ejemplo, que en su época Georges Lemaitre, que fue quien acuñó la teoría del big bang y describe el momento de la creación, llegó a ser Presidente de la Academia Pontificia de las Ciencias. Por tanto, observamos un defecto de forma al hallar en uno de sus miembros que afirma lo contrario de lo que representa como cargo en dicho organismo vaticano.
Y en segundo lugar, en cuanto al fondo de la cuestión, es lógico negar sus aseveraciones, porque de no hacerlo supondría, por citar una analogía, negarle al creador de un algoritmo matemático su intervención durante el funcionamiento del mismo, porque entendemos que el universo como sistema dinámico tiene una explicación científica en base a una sucesión algoritmica, cuyo principio universal desde su estado primigenio hasta su ulterior desarrollo, interviene tanto en su creación como posterior funcionamiento.
Tal y como actualmente conocemos el cosmos desde la física teórica y los observatorios astronómicos, resumiendo, cabe decir que no es válido ni fiable sustraer la intervención divina en la formación del universo porque ello supone negar su misma autoría, la del algoritmo matemático que explica los sistemas dinámicos del cosmos.
Para citar : Amenós, J.M. El Vaticano y Georges Lemaitre. El origen del universo y la hipótesis antrópica. Comunicación de las VIII Jornadas de Diálogo Filosófico (12 al 14 septiembre 2011) organizadas por la revista Diálogo Filosófico, el Instituto de Pensamiento Iberoamericano, la Facultad de Filosofía, así como de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Pontificia de Salamanca (España). En Amenós, J.M., del Pino, J. y Martínez, C. (2011). Universo y Energía. Issuu Inc. California (EE.UU.) & Bubok Publishing S.L. Madrid (España).
Notas y textos.
21 de septiembre, 2012. (periodismocatolico.com). Los transgénicos y la doble moral de las multinacionales. La liberación de OMG atenta contra la agricultura tradicional y sostenible. La posición oficial del Vaticano.
José María Amenós Vidal. Servicio de Información Católica para hispanoamérica (Administrador).