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El Papa Francisco y los periodistas

 “Existe en la sociedad humana el derecho a la información sobre aquellas cosas que convienen a los hombres…Sin embargo, el recto ejercicio de este derecho exige que, en cuanto a su objeto, la información sea siempre verdadera y, salvadas la justicia y  la caridad, íntegra; además en cuanto al modo, ha de ser honesta y conveniente…” (Vat II, Inter Mirífica 5, b).

En el ejercicio de su ministerio  como Obispo de Roma, el Papa Francisco atiende a la sinodalidad o colegialidad, como es miembro agregado al Colegio Apostólico; pero en el pervive el la misión de Pedro: nos preside como supremo pastor de la Iglesia Universal. Entonces no puede ser “primus inter pares”, es decir, el primero entre iguales, pues tiene la suprema potestad sobre el Colegio de los Obispos y sobre toda la Iglesia. Pero más allá del ejercicio de su ministerio petrino que valoramos y respetamos los cristiano católicos, ha sido una delicia el encuentro del Papa con los periodistas ha su regreso de Brasil a Roma: ante preguntas educadas e incisivas, etilo periódistico, el Santo Padre respondió con sinceridad, con lucidez, con calidez humana, con humor y sin dar respuestas políticamente  correctas para salir del paso, sino conformes a la verdad, con justicia y caridad de modo honesto y conveniente, como lo expresa suscintamente el texto del Concilio Vaticano sobre los medios de comunicación social. Su estilo, transparente y directo, nos educa en la perspectiva de la fe, en la respuesta a las inquietudes del hombre de nuestro tiempo, particularmente de los jóvenes: sobre el aborto, lo que dice la Iglesia; sobre la homosexualidad lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica en la línea de la caridad; sobre los matrimonios vueltos a casar, deja la puerta abierta para una profundización mayor de pastoral matrimonial en bien de los que se encuentran en situación irregular  bajo el punto de vista canónico, y que posiblemente se casaron inmaduros, en vista de una segunda oportunidad; cómo sanear el mal llamado banco vaticano (IOR); el maletín negro “no era la clave de la bomba atómica”, bromeo el Papa, sino donde lleva su rasuradota, su breviario y algún libro, en este caso uno de Santa Teresita de Jesús. Hay santos que trabajan en la curia y otros no tan santos que son los que más ruido hacen. El trabajo del obispo es hermoso: va delante de los fieles para marcar el camino, en medio para ayudar a la comunidad y detrás de los fieles, porque tienen el olor de las calles. Sobre los viajes: no hay nada definido; solo el 22 de septiembre a Cagliari y el 4 de octubre a Asís. Externó el deseo de visitar a sus ancestros; fuera de Italia visitar al Patriarca Bartolomé I con ocasión del 50 aniversario del encuentro de Atenágoras y Pablo VI en Jerusalén; por ahora no hay posibilidad de regresar a América Latina; a Asia hay que ir. Se siente enjaulado porque le gustaría ir por las calles. Sobre la Renovación Carismática, afirmó que ahora considera que es un movimiento que hace bien a la Iglesia y que corrigió su opinión primera de la cual se ha arrepentido por  decir que confundían una “celebración litúrgica con una escuela de samba”. Sobre la mujer en la Iglesia: “una iglesia sin las mujeres es como el Colegio Apostólico sin María”; la mujer en la Iglesia es como el icono de la Virgen, aquella que ayuda a crecer la Iglesia, la Iglesia es femenina, es esposa es Madre; se debe hacer una profunda teología sobre la mujer; sobre  el sacerdocio ministerial de las mujeres ya fue definido por Juan Pablo II: no es posible. La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y los presbíteros. Sobre su relación con Benedicto XVI: es un hombre humilde, grande, sabio, de oración, prudente: es como tener un abuelo en casa: “mi padre”. Sobre este tiempo: es un tiempo de misericordia, es el kairós (tiempo especial de gracia) de la misericordia . Sobre su condición de jesuita: tiene la espiritualidad jesuita, es decir, de San Ignacio, piensa como jesuita; es Francisco, pero no es franciscano. Sobre el Vatileaks: en entrevista con Benedicto, que todo está en una caja grande y el resumen en un sobre; pero el Papa emérito se lo dijo todo de memoria. Sobre las Iglesias ortodoxas: que han conservado la liturgia prístina en la cual han conservado más el sentido de la adoración; alaban, cantan, el tiempo no cuenta. Una vez escuchó que “lux ex oriente” y  “ex occidente luxus”(la luz procede del oriente y del occidente el lujo) , el consumismo, el bienestar que han hecho mucho daño a Occidente. Dostoievsky, debe ser un autor para leer y releer, en el se encuentra el alma rusa. Sobre la canonización de Juan XXIII y de Juan Pablo II, puede ser el día de Cristo Rey de este año o el domingo de la Divina Misericordia del próximo año. Sobre el escándalo en los medios sobre  Mons. Ricca: que se investigó en base a los procedimientos que marca el Derecho Canónico, y no se encontró nada. Sobre la homosexualidad: “si una persona es gay y busca al Señor y tiene buenas intenciones ¿quién soy yo para juzgarla?“ Señaló. El problema consiste en hacer lobby por esta tendencia: “el lobby de los codiciosos, el lobby de los políticos, el lobby de los masones, muchos lobby”.

Así el Papa Francisco respondió a las preguntas de los periodistas de muchos órganos informativos: de México, de Brasil, de España, de Italia, de Francia, de Estados Unidos. Y les terminó diciendo: “Gracias a ustedes, y buenas noches, buen viaje y buen descanso”. Este es el Papa de todos, también de los periodistas.