- 15 Buenas ideas para poder concentrase bien en lo que uno quiere o necesita.
El tiempo de hoy dedicado a la concentración, es el éxito del mañana y la escuela de los genios. Cultivar el mundo interior es el cimiento del éxito.
Concentrarse es el acto de atender o reflexionar profundamente sobre algo. Abstrayéndose o ensimismándose en lo que sea o pudiera ser importante para la persona. Está relacionado directamente con meditar, reflexionar, pensar, etc. y es contrario a dispersarse, distraerse, descuidarse, etc. Es estar a solas con uno mismo.
Para poder concentrarse y mantenerse concentrado, durante el tiempo que haga falta y en el objetivo propuesto, es necesario tener mucha disciplina y entrenamiento. Es una actitud que se necesita aprender, sobre todo en esta época que hay tantas cosas, que nos pueden distraer de nuestro objetivo de concentración.
Hay concentraciones escogidas, necesarias, apreciadas e incluso amadas, que son un regalo para la mente y el espíritu, al poder estar solo, para que así, sea más productiva la conversación con uno mismo, la propia introspección para las conversaciones con Dios. Son situaciones llenas de dicha, belleza, silencio y paz, que nunca producen el sufrimiento del aislamiento.
La vida requiere mucha concentración para todo, pero la sociedad de consumo dirigida por el mundo empresarial y los medios de comunicación, pretenden distraer a las personas de sus objetivos, para que se dediquen a los que ellos tienen. La gente teme lo diferente y concentrase es, muy diferente a lo que se acostumbra en algunas culturas.
Concentrarse para organizarse u organizarse para concentrarse. Cada uno debe decidir qué es lo primordial en su forma de ser, ya que no hay lo uno, sin lo otro.
15 Buenas ideas para poder concentrase bien en lo que uno quiere o necesita.
- Aceptar que no existe ni el lugar, ni el horario, ni la forma, ni el tema perfecto, aunque haya que buscarlo para que la concentración funcione lo mejor posible.
- Admitir que hay distracciones que no se pueden o son muy difíciles de controlar, sin un gran esfuerzo mental.
- Aprender a manejar la soledad y el silencio, por si fuera necesario.
- Concentrarse en cada tema, intentando contestar: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? Etc.
- Reflexionar si fuera posible, en una sola cosa a la vez.
- Controlar el tiempo dedicado a concentrase, para evitar que sea una disculpa ante la necesidad de enfrentarse a las situaciones.
- Crear un ambiente que elimine al máximo posible, las distracciones.
- Dominar la mente y estar seguro de lo que se quiere hacer.
- Durante la concentración intentar expresarlo en voz alta, si es que ayuda a retener y recordar las conclusiones.
- Escribir a mano, todo aquello que piense que pueda suponer alguna distracción.
- Identificar las cosas que tengan tendencia a distraer.
- Observar los hábitos que impiden la distracción.
- Practicar la concentración cada día, durante poco tiempo y con un objetivo concreto, hasta crear un hábito.
- Priorizar los esfuerzos para concentrarse en lo que es más importante o urgente. Primero, lo primero.
- Reconocer que lo que impide la concentración es uno mismo, no los signos externos, ni los pensamientos internos no deseables.
Para reflexionar bien en algún tema o situación, se debe concentrar en ello, sin dispersiones, ni distracciones. A mayor dispersión, más posibilidades hay de que las cosas no salgan bien, o tan bien como se esperaba, al olvidarnos de los objetivos propuestos. Hay que entrenarse a concentrarse y pronto se verán, sorprendentes resultados.
No es muy fácil concentrar la atención en lo importante, sin olvidarse de lo secundario. Pero para fortalecer la concentración, hay que intentarlo una y otra vez, con un entrenamiento inteligente, hasta conseguir hacerlo con el menor esfuerzo, siempre que sea necesario. Hay muchos métodos para hacerlo, pero son los profesionales médicos, psicológicos y los sacerdotes, pastores, rabinos o imanes, según la religión que cada uno practique, los que recomendarán el mejor o más adecuado, para cada persona y sus circunstancias.
En los temas importantes, es totalmente imprescindible mantener la concentración, tanto en los de la familia, como en los del trabajo, en los de los estudios, en los religiosos, etc. Dispersar la atención simultáneamente en varios temas, produce agobio y lamentaciones inútiles.
Algunas veces el cerebro parece que no quiere concentrarse en lo que debe, ni encuentra la idea principal del tema, debido a que está atento a todo lo que le rodea y le obliga a dispersarse. Esos son los momentos en los que hay que hacer mayor esfuerzo.
Para concentrase bien, es obvio que cualquier sitio es bueno, aunque hay unos mejores que otros. Todo dependerá de las posibilidades de poder elegirlos. Las habitaciones cerradas y sin ruidos son muy buenas, la soledad en el campo o en la playa también. Pero cuando esos lugares no están disponibles, hay que hacer lo que cada uno puede. Si se está bien entrenado, hasta es posible concentrarse en el ajetreo diario de la vida. El asunto es saber hacerlo. Hay tantas distracciones, que tenemos que saberlas seleccionar, para poder concentrarse en lo importante, más que en lo urgente. Administrar los tiempos y los espacios, ayuda enormemente a concentrarse en lo necesario.
Hay personas que parece que su cerebro no se detiene jamás, pues está tan organizado para concentrase y dispersarse cuando es necesario, que puede pasar en fracciones de segundo, sin gran esfuerzo y sin perder los objetivos, tanto de síntesis, como análisis.
La falta de concentración puede producir depresión, ansiedad, ataques de pánico, etc. por la incapacidad de encontrar soluciones realistas, a los problemas planteados.
Hay que concentrarse para poder pensar y analizar con claridad y sin apasionamiento, lo que hemos hechos, lo que estamos haciendo y lo que vamos a hacer, a plazo corto, medio y largo.
Hay personas que no se quieren concentrar en su verdadera situación, prefieren evadirse a concentrarse, bien sea en un problema, en sus consecuencias o en la búsqueda de la solución adecuada. Casi siempre debido a que no les gusta o les desagrada el tema.
Para conseguir unas metas u objetivos es imprescindible saber y poder concentrarse, aunque suponga un gran esfuerzo mental y tenga mucho de aventura, para saber circular por los caminos de la concentración.
No hay concentraciones maravillosas, sino concentrados maravillados, al darse cuenta de los obstáculos que han superado y los esfuerzos que han hecho para poder conseguirlo, máxime en determinadas circunstancias actuales, donde nada ayuda a establecer una sintonía interna, con nosotros mismos.
Está muy bien, y es muy necesario hablar, acompañar, escuchar, consolar y comprender a los demás, pero es muy difícil hacerlo, si antes no ha habido un proceso de concentración mental, para poder llevarlo a efecto.
Para poder concentrase bien, en algunas ocasiones, es necesario buscar un lugar tranquilo, solitario y donde se respire paz, para poder descansar el cuerpo, recuperar fuerzas, enriquecer el espíritu, formar o consolidar pensamientos, llenar nuestra vida y hablar con uno mismo.
Concentrase es un combate interno, para no caer en la dispersión y la distracción, no es una simple operación psicológica, para llegar a un vacío mental. Es intentar alejarse de las cosas mundanas internas y externas, que nos perturban la tranquilidad, para poder centrarse en algo puntual que nos importe mucho, como resolver un problema, aclarar una situación, hacer un programa de vida, ordenar las ideas, reflexionar sobre el pasado para organizar el futuro, meditar conceptos que no se tengan claros, profundizar sobre los asuntos internos, abstraerse de las presiones externas, pensar en la propia existencia, condensar situaciones que estén desperdigadas, etc.
Hay que organizarse para poder sacar tiempo y así poder concentrase. No es muy difícil discernir, qué es lo más importante para analizar en ese momento, bien sean cosas pasadas o futuras.
La concentración activa y positiva, requiere un gran esfuerzo, ya que según dicen los expertos, cuando no se presta atención a la concentración, la mente de naturaleza vagabunda, se distrae cada 12 segundos con otros temas ajenos, lo que incide en que baje la velocidad de lectura y de comprensión, por lo que frecuentemente hay que releer, para enterarse y fijar en la mente, lo que se ha leído o conversado. Esta concentración se enriquece a través de la memoria, con la reflexión de los pensamientos existentes y con el descubrimiento de cosas, que nunca se habían pensado.
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excelente articulo, hay que promocionarlo ya que a nuestros hijos les es dificil en este teimpo concentrarse con tanta distraccion. ya habia olvidado pasos para la concentracion porque la habia perdido, pero este articulo me ha hecho recorda como la lograba antes, y si es cierto que al no concnetrarse y tener la mente en varias cosas desordenadas da depresion y ansiedad y piensas que no haces bien las cosas