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Estado Islámico, “títere de intereses de poder”

Desde hace más de cuatro años, las potencias occidentales tacharon a los rebeldes opositores de Siria como un “movimiento moderado”. Así pudieron armarlo contra el presidente Bashar Al-Asad. Pero ya desde 2010 existían pruebas del extremismo de las milicias que hoy forman el Estado Islámico. Y aquellas armas llegadas de Europa y Estados Unidos, se convirtieron en el arsenal de los fundamentalistas más temidos del mundo.

Párroco de la catedral de Bagdad del rito latino desde 2010, Luis Montes vivió en el corazón de Irak la evolución del terrorismo en Medio Oriente. En entrevista con el Vatican Insider, el sacerdote argentino del Instituto del Verbo Encarnado denunció las contradicciones de un conflicto que parece infinito.

El Estado Islámico, ¿tiene entidad propia o esconde otros intereses?

Son títeres, son usados por otros intereses que quieren la división en la zona, hay una lucha por el poder, por el petróleo, por la venta de armas y eso hace que estos sean utilizados como peones y carne de cañón.

A raíz del reconocimiento del Papa al genocidio armenio ahora se habla de genocidio cristiano, pero incluso eso genera una gran controversia. ¿Cómo viven ustedes eso?

La gente normal no vive ningún debate, es muy claro para todos. El genocidio armenio lo niega sólo Turquía y fue una barbaridad, un millón y medio de personas fueron asesinadas. Existen los testimonios de los diplomáticos, las fotos, es imposible negarlo. Incluso la Unión Europea criticó a Turquía por no aceptar la verdad y apoyó al Papa Francisco. Lo que está pasando ahora es lo mismo, existen testimonios clarísimos, ya no se puede ocultar. Cada teléfono es una cámara, hay fotos y videos por todos lados, es algo perfectamente comprobable. Es una campaña contra los cristianos, de eso no hay duda.

¿Por qué la situación se sigue agravando, cada vez más, cuando existen tantas pruebas?

Para empezar porque no existe conciencia sobre lo que está pasando de verdad. Hay intereses que quieren ocultarlo y el mismo Papa ha pedido no esconder el genocidio. La situación casi no sale en los medios o sale muy poco y eso es una absoluta vergüenza. No pueden apelar a ignorancia porque está totalmente probado y la verdad es que no quieren cubrir esas noticias.

¿Y los gobiernos occidentales?

Hay complicidad. Existen intereses muy fuertes, muy poderosos y eso genera complicidad. Los gobiernos de los países occidentales, muchos de ellos son también directamente culpables.

¿Cómo cambiar una situación tan compleja?

La solución en los papeles es muy sencilla, lo dijo el Papa: ¿Todos dicen que quieren detener al Estado Islámico? Bueno, que se vea en el seno de las Naciones Unidas la forma de establecer una coalición internacional muy amplia, para darle legitimidad, con las principales potencias internacionales y  regionales. El problema es que los intereses son tan grandes que prevalecen las consideraciones políticas y no las humanitarias. Cuando cada uno sigue sus intereses particulares se toman acciones unilaterales que son parches y que, en definitiva, terminan siendo contraproducentes. Si fuese verdad lo que ellos dicen sobre detener al Estado Islámico, ¿por qué no se ponen de acuerdo? ¿Por qué no buscan un verdadero diálogo con las potencias regionales?

Pero ¿podrá el occidente detener al EI cuando desde allí salieron las armas para ese grupo terrorista?

Ese es un problema, pero entonces que los gobiernos occidentales dejen decir que quieren detener al Estado Islámico. Al menos deberían tener la sinceridad de decirlo. Las armas que tomaron Mosul, la provincia de Lumbard y los pueblos de la Llanura del Nínive vinieron de Siria, recibidas de las potencias sunnitas de la zona y de occidente. El EI fue apoyado, en su momento, como un “movimiento moderado”… ahí tienen su moderación. Pueden replicar: “Bueno, no se sabía”. El 31 de octubre del año 2010 el EI perpetró un atentado contra la iglesia de Nuestra Señora de la Salvación masacrando decenas de cristianos, no pueden decir que no sabían que no era moderado. Están mintiendo. Ciertamente nosotros no esperamos mucho de ellos, pero al menos que dejen de mentir.

Una intervención militar ordenada ¿sería útil? ¿se puede confiar en esta opción, considerando los antecedentes?

La solución es esa, no creo que la vayan a poner en práctica, pero es esa. Además se debería investigar a quienes enviaron financiamiento al Estado Islámico para cortar el flujo y una estrategia masiva de ayuda humanitaria.

¿Cómo no caer en la trampa de los yihadistas y sus ataques terroristas?

Hay que reaccionar según la razón y la prudencia, si uno responde irracionalmente le está haciendo el juego a ellos que buscan eso. Si uno reacciona de manera correcta, eso va contra este grupo, porque lo de ellos es irracional. Obrar con razón no es actuar siempre mansamente, sino según cómo nos pide cada situación. En algunos casos va a hacer falta una intervención armada, en otros el diálogo. No es una solución simple, pero hay que rezar para que cada quien ponga todo de su parte para esta solución. 

¿Qué va a pasar con los cristianos en Medio Oriente? ¿desaparecerán?

No, no es inevitable. Quien termina manejando los hilos de la historia es Dios, y cuando él permite un mal es para un bien mayor. En 2013 parecía que todo conducía a un nuevo ataque militar sobre Siria y no ocurrió. Humanamente es lo que parece que va a pasar, que los cristianos desaparecerán, pero no podemos decirlo. Sólo podemos decir: Si seguimos así, eso podría pasar. Pero no podemos anticipar lo que realmente pasará.

Del Vatican Insider

http://archivo.e-consulta.com/blogs/sacroyprofano/

http://infovaticana.com/blog/sacro-profano

One thought on “Estado Islámico, “títere de intereses de poder”

  1. Había una vez en México un régimen despótico anticatólico que utilizó todas las formas de ataque contra la Iglesia, contra los fieles. Y la única forma de detenerlo fue con un ejército armado que se llamó «Los Cristeros».
    Había una vez una flota turca de islámicos que quería apoderarse de Europa, comenzando por Italia. Y la única forma de detenerla fue a sangre y fuego, para lo cual se había conformado la armada aliada (España e Italia).
    «Y dijo Jesús: el que no tenga espada, que venda su manto y compre una» (Lucas 22,36). ¿Para llevarla en la funda mientras ponía la otra mejilla una y otra vez?

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