Me encuentro en Filadelfia, Estados Unidos, donde el martes ha iniciado el VIII Encuentro Mundial de las Familias, con el lema “El Amor es nuestra misión. La familia plenamente viva”.
Dicho Encuentro Mundial ha iniciado con un Congreso, en el que se dice que la participación es de 20,000 personas provenientes de todo el mundo, de todos los colores –en ropa y en la piel-, una verdadera presencia católica, o sea universal, porque eso significa la palabra católico. El ambiente es muy festivo, contagioso, también de mucha reflexión y oración, compartiendo en vivo el amor como misión de la familia.
Mientras tanto el Papa Francisco, que ha concluido su visita pastoral a Cuba, ha llegado a Washington, capital de Estados Unidos, donde se ha encontrado con el presidente Barack Obama y su familia, con algunos Obispos y con un bullicioso grupo de personas, destacando los jóvenes. También en Washington ha canonizado a Fray Junípero Serra, misionero franciscano que iniciara su servicio pastoral en la Sierra Gorda de Querétaro y lo culminara en la Alta California. De Washington el Papa irá a Nueva York, donde participará en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y finalmente llegará a Filadelfia, para culminar la celebración del Encuentro Mundial de las Familias y su viaje apostólico a Cuba y Estados Unidos.
Dios conserve al Papa Francisco como está siendo, muy humano y cercano, también muy de Dios, señalando el camino de la Iglesia, por lo mismo el camino de la familia como Iglesia doméstica, o sea Iglesia pequeña con los mismos rasgos de la Iglesia Universal.
Dios conserve a la Iglesia católica para que seamos más y más una verdadera familia de los hijos de Dios, discípulos misioneros de Jesucristo, viviendo y dando testimonio de amor, en la respetuosa relación y buena voluntad con todos los que quieren vivir en la verdad y el bien, en la comprensión y solidaridad.