El P. Aziz Halaweh pertenece al Patriarcado Latino de Jerusalén en Palestina. Actualmente reside en Roma, donde realiza estudios superiores, después de veinte años de difícil labor pastoral en la Diócesis de Jerusalén.
De su mano nos adentramos en el drama en el que viven nuestros hermanos cristianos en la tierra del Salvador, especialmente tras el establecimiento del Estado de Israel en el año 1948. Esa fecha, en palabras del P. Aziz, “fue el comienzo del drama de los pobladores de Palestina, que fueron expulsados de su patria por judíos que venían de Europa. Los judíos arrebataron las tierras y las casas de cientos de miles de palestinos, después de atemorizarles repetidamente con sucesivos genocidios”. Desde entonces, el éxodo de los cristianos ha sido constante, hasta el punto de que, en Palestina, quedan sólo ciento setenta mil cristianos palestinos, aproximadamente el 1,2 % de la población, una pequeña minoría dentro de una gran mayoría de judíos y musulmanes. Su testimonio contiene expresiones tan desconsoladas como estas: “Es muy triste ver la tierra de Jesús sin cristianos, seguidores suyos. Es muy triste pensar en los lugares santos convertidos en un montón de piedras antiguas, como museos. La Iglesia en Tierra Santa está cada vez más vacía, cada vez más débil. Es realmente muy triste”.
El P. Aziz aclara: “Sufrimos como palestinos a causa de esta ocupación, no como cristianos, sino como palestinos. Pero tenemos certeza también de que el Israel judío no quiere a los cristianos en Tierra Santa, especialmente en Jerusalén. Yo como sacerdote, tengo denegada la entrada en Jerusalén. No tenemos libertad religiosa en nuestra patria a causa de la ocupación”.
El denominado «Muro de Cisjordania» tiene también su lugar en el relato del sacerdote, y sus repercusiones en la vida diaria de los cristianos. Explica también las dificultades que los cristianos palestinos tienen para visitar los Santos Lugares: “Necesitamos un permiso especial y es muy complicado conseguirlo”. Y aún cuando consiguen los permisos, las autoridades militares no les permiten moverse con facilidad dentro de Jerusalén, donde deben atravesar numerosos controles policiales, pudiendo tardar tres o cuatro horas hasta que llegan a acceder a la Basílica que custodia el Santo Sepulcro, o teniendo, en numerosas ocasiones, que regresar a sus casas sin haber podido venerar los Santos Lugares.
El P. Aziz define la vida y la situación de los cristianos palestinos como “miserable”, a pesar de lo cual dice: “Mantenemos la esperanza, porque esta tierra es realmente hermosa. El esplendor de Cristo todavía brilla sobre ella”. Y agradece el enorme bien que hace a los cristianos palestinos el poder contar con el apoyo de los peregrinos cristianos, procedentes de todas partes del mundo: “Nuestro espíritu se ve fortalecido cuando vemos a todos esos valientes peregrinos, que aman la tierra de Jesús, que aman a Jesús, que vienen a visitar sus raíces de fe en esta tierra. Eso nos da mucha fortaleza”. Y recuerda que los cristianos no pueden “rechazar la cruz de Cristo”, porque “a ningún cristiano Jesús le ha prometido una vida rica, próspera, sino que debemos aceptar su cruz. Y esto especialmente en su Tierra, la Tierra de la Cruz”.
Este es el último programa de la serie «Tras las huellas del Nazareno», que ofrece una entrevista al P. Aziz Halaweh, sacerdote del Patriarcado Latino de Jerusalén en Palestina. De su mano y a través de su testimonio, nos adentramos en la triste situación de la Iglesia y de los cristianos que han nacido y viven en la tierra de Jesús. Merece la pena ayudarle a dar a conocer la situación de la Iglesia en Palestina:
https://www.eukmamie.org/es/component/k2/item/2655-tras-las-huellas-p-aziz-halaweh
«Tras las huellas del Nazareno» es una serie sobre la persecución actual de los cristianos, de las cuales se han entresacado los breves e impactantes testimonios de los clips:
«Silencio culpable» (https://www.youtube.com/watch?v=ql8q5Szvslk)
y «¡Despierta!» (https://www.youtube.com/watch?v=lBHGMBP9HuE).
Hna. Beatriz Liaño, SHM