116 obispos estamos reunidos en la Asamblea anual de Pascua. El objetivo ha sido de elecciones, desde el Consejo de Presidencia hasta las Comisiones y Dimensiones Episcopales.
En algunos casos hay continuidad para un siguiente trienio, en otros hay novedad. Continúa el Cardenal Francisco Robles, Arzobispo de Guadalajara, al frente de la Conferencia del Episcopado.
Por mi parte, continúo en tema de Familia, ahora como Presidente de la Comisión que incluye Familia, Juventud, Laicos y Vida. Servicio que ya he realizado en otros trienios y me piden que lo retome, pero con nuevas circunstancias, como sabemos.
Precisamente estamos a unas horas de recibir la Exhortación Apostólica que el Papa Francisco entregará a la Iglesia Universal como fruto de los dos Sínodos que tuvieron lugar en Roma con el tema de la familia. Esperamos dicho documento, para leerlo, reflexionarlo, asumirlo y comprometernos a aplicarlo.
Y hablando del Papa Francisco, también una parte importante de la presente Asamblea episcopal ha sido reflexionar acerca de la visita del Papa Francisco a nuestra patria, con los mensajes y testimonios que nos ha dejado.
Esta visita del Papa es más que un recuerdo conmovedor y emotivo. Nos ha dado clara y fuerte esperanza para asumir la realidad compleja que estamos viviendo. Ciertamente esto nos exige renovar nuestra fe, vivir una seria conversión personal y pastoral todos y en muchos aspectos. Los pastores debemos dar ejemplo de esta conversión y caminar por delante en un testimonio de verdad y caridad, de cercanía y solidaridad, de ternura y misericordia, aprendiendo del Papa Francisco.
Dios nos conceda ser fieles a la misión que nos encomienda, con la compañía segura y dulce de la mirada de nuestra Madre María de Guadalupe, la Morenita del Tepeyac. Dios se ha hecho presente a través de ella; y ella nos ha traído y dejado a Cristo Jesús. Invito a usted a crecer como discípulos misioneros de Jesucristo en nuestra vida diaria.