Una de las iniciativas de Francisco que más ha llamado la atención ha sido el lanzamiento de una Red Mundial de Oración que cada mes propone un propósito para orar apoyado con un video corto, directo, fácil de comunicar y de compartir a través de los medios digitales.
El proyecto se lanzó en enero de este año con un pequeño cortometraje sobre el Diálogo Interreligioso, a los que han seguido “El respeto a la Creación”, “Por los niños y familias en dificultad”, “Pequeños agricultores” y, este mes de mayo, “Las mujeres en la sociedad”.
Este es un Papa muy mediático, que aprovecha las nuevas tecnologías para llevar sus mensajes a todos los rincones del mundo, siguiendo la concepción planetaria de la evangelización que plasmó San Juan Pablo II en sus continuos viajes. La pantalla no sustituye a la cercanía personal, eso es evidente, pero la difusión de esta cadena de oración ha dado lugar a una red de apostolado que, instalada en los cinco continentes, clama el mensaje de Dios y el bien que Cristo trae a todos y cada uno de nosotros.
A muchos les han sorprendido los temas de los que tratan estos pequeños videos, porque esperaban que Francisco se ocupara únicamente de asuntos que tengan ciertos aires piadosos. ¿Qué hace un Papa hablando del medio ambiente o de la situación de la mujer? Efectivamente, muchas veces pensamos que la religión solo tiene que ver con los aspectos “sobrenaturales” de la vida, que suelen estar en “el piso de arriba”, lejos de nuestra cotidianidad. Cuando asumimos esta conciencia Cristo deja de ser relevante para nosotros, así que lo dejamos en el cuarto trastero, para mirarlo tal vez un rato algunos domingos y fiestas de guardar.
Esta manera de entender el cristianismo debilita la fe y la convierte en algo abstracto. Más bien hay que darse cuenta de que Cristo tiene que ver con todo e ilumina todas las facetas de la existencia: la ecología, la familia, la agricultura, la justicia social… Él -nos dice el Vaticano II- al revelar el designio de amor del Padre, revela al hombre lo que es el hombre.
Con sus videos el Papa nos ayuda a mirar a la realidad con los ojos del Señor, que hace nuevas todas las cosas. Él, que es la realidad de la realidad, lo extraordinario en lo ordinario.