Es un hecho que la comunicación digital reta a la Iglesia. Las antiguas «autopistas de la información», se han convertido ahora en verdaderas «constelaciones de contenidos». Y cada una preparada según los gustos, necesidades y perfiles de los usuarios.
Si nos sentimos cómodos por lo que nos sugieren las redes y sitios web, es probable que nos estemos acostumbrando a un estilo de comunicación direccionada, que nos instala de lo más bien en nuestra zona de confort.
Es por ello que resulta práctico que nos llegue publicidad acerca del tipo de lugar que nos gusta visitar, o de la ropa de nuestra preferencia y ni qué decir de nuestro entretenimiento favorito. Ante esta realidad, cabe preguntarnos… ¿no estamos siendo manipulados? ¿Acaso somos ya dependientes de las tendencias o de los “influencers”?
El rostro discreto del Sínodo
Conversamos a este respecto con Filipe Domingues, periodista brasilero, especialista invitado en la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes. Con 31 años, Domingues es uno de los 23 expertos convocados por el papa Francisco para que asistan a los padres sinodales, según su amplio entender.
Llegados de varios países, los expertos aportan desde temas diversos como Biblia, teología, pastoral juvenil, nuevas tecnologías, por citar algunos… Su trabajo es discreto. Escuchan y toman notas, que luego serán resúmenes escritos según la especialidad de cada uno. Sus intervenciones son de manera puntual, y solo en los grupos o círculos menores lingüísticos.
También identifican y sintetizan aspectos que se hablan en la asamblea, según su especialidad. Advierten sobre terminología o conceptos que deben “aterrizar”, o acerca de aquellos que no estén vigentes de un modo técnico. La idea es explicar mejor, ver que las expresiones estén bien usadas para el texto final.
Las redes jóvenes
Un tema que aparece de modo recurrente durante los días del Sínodo, y que ya es parte de las conclusiones de los círculos menores, es lo referido a lo que allí se denomina “ciudadanía digital”, o que también se le identifica como “mundo de la virtualización”.
Estamos por ello, ante un fenómeno a tener muy en cuenta, porque la relación de la juventud con la tecnología tiene un alto impacto. Sobre todo en relación al tiempo que le dedican a esta, así como el tipo de vínculo ‘virtual-real’ que establecen con otros y el contenido que reciben sin filtros.
En este sentido, Domingues recomienda que el uso de las redes venga precedido de un diálogo –que puede ser al interior de la familia y en la escuela-, pues una de las características de las redes sociales es la polarización, que inclina al usuario hacia aquellos contenidos que estén en línea similar de lo que has marcado como «Me gusta» o has revisado en alguna búsqueda.
Un caso evidente es Facebook, que te dejará siempre ver más de lo que te interesa, mientras te acerca a quienes piensan como tú; esto podría evitar que conozcas otras ideas, diferentes caminos o alternativas ante un punto específico.
Lo riesgoso de todo esto, es que las redes de comunicación empiecen a conducirnos hacia contenidos afines a nuestro parecer; o que nos ayuden a conseguir «amigos» que piensen muy parecido a nosotros, ocultándonos así de la vista el disenso, las contradicciones, o peor aún desgracias ajenas que puedan exigir nuestra atención.
Acuerdos digitales
Conscientes de ello, los padres sinodales vienen trayendo a reflexión este aspecto, cuyo diagnóstico permitirá analizar los desafíos y la urgencia de dar una respuesta para los jóvenes al interior de la Iglesia y en la sociedad.
En diálogo con los periodistas el último viernes, monseñor Emmanuel Kofi Fianu, obispo de Ho en Ghana, ha propuesto a la asamblea sinodal «unir lo digital y el apostolado». Relató que desde su experiencia personal, ha podido responder a los jóvenes que piden un mayor uso de las plataformas digitales.
Por su parte, el superior general de la Sociedad de San Pablo (Paulinos), padre Valdir José de Castro, alentó a la Iglesia a tener más presencia en el ambiente digital, y a discernir sobre el tipo de asistencia en las redes sociales, desde donde se puede hablar a los jóvenes sin miedo.
Recordó también que el mundo digital es «un espacio de personas y no de cables», un razonamiento muy en sintonía con el tema elegido por el papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2019, que lleva el título «“Somos miembros los unos de los otros” (Ef. 4,25). De las “communities” a las comunidades».
De este modo, el Sínodo entra casi a su fase final, donde los círculos menores lingüísticos vienen elaborando los mensajes principales, que serán parte de un documento base a ser presentado al papa Francisco.
Es un hecho que el santo padre lo difundirá por su cuenta de Twitter, consciente de que es uno de los líderes con más seguidores en las redes sociales a nivel mundial. Vale seguir su ejemplo también en eso…
Por José Antonio Varela Vidal (Ciudad del Vaticano)
El Observador de la actualidad
Foto: El papa Francisco recibe información sobre el juego “Follow JC Go”, creado por la Fundación Ramón Pané. La aplicación, cuya descarga es gratuita, quiere fomentar el diálogo de los jóvenes con Jesucristo desde el entretenimiento, y utilizando técnicas de geolocalización.