Los católicos somos una especie en extinción, somos muy pocos los que frecuentamos las parroquias y los que vamos cada Domingo a misa.
A los católicos siempre se nos ha acusado de ser unos hipócritas. Desgraciadamente, es cierto que muchas veces actuamos de una manera totalmente contraria a lo que predicamos, así que, en cierta medida, alguna que otra vez hemos pecado de hipócritas o, al menos, de incoherentes.
Sin embargo, este hecho no es más que un resultado de nuestra condición de humanos, que por mucho que oremos o nos entreguemos a Dios, nunca vamos a desterrar de nuestras vidas. La hipocresía le es inherente al ser humano y, además de en nosotros los creyentes, tenemos claros ejemplos en los ateos.
En la Semana Santa son muchas las personas, hombres y mujeres, que llevan tiempo con su sitio cogido en las cofradías, bien sea para llevar el trono o para salir vestidos de nazarenos. Si se hiciese una encuesta entre ellos ¿cuántos católicos practicantes habría entre todos los "devotos"?. Muchos de los que llevan el trono seguirían llevándolo si le quitaran la imagen del Señor y le colocaran un muñeco de Julián Muñoz. A ellos lo que le importa es el folclore y el figurar ante los demás, el sentimiento ante lo que hay sobre el trono es lo de menos. ¿Es esto hipocresía?.
Cada vez más, se escuchan a nuestro alrededor, a pie de calle, críticas muy duras sobre la Iglesia, los sacerdotes y los católicos. La virulencia de los ataques y la mayor búsqueda de desprestigio de los sacerdotes, es inversamente proporcional al tamaño y la hermosura de la Iglesia en la que se quieren casar. Porque eso sí, en los curas no se cree, ahora casarse en un altar con todo lleno de flores y hacerse unas fotitos con la imagen de turno, eso no lo quita nadie. ¿Es esto hipocresía?.
Los católicos somos una especie en extinción, somos muy pocos los que frecuentamos las parroquias y los que vamos cada Domingo a misa. Muchos consideran que ir a misa es una tontería, que en las parroquias se pierde el tiempo, que allí sólo nos meten cosas raras y rancias en la cabeza, en definitiva, que es mejor no tener nada que ver con lo religioso. Sin embargo, gusta bautizar a los hijos, que hagan la comunión, lo apuntamos a colegios concertados controlados por grupos religiosos porque "allí lo van a educar mejor que en un colegio público normal", y, por supuesto, cuando un ser querido enferma no se duda en rezar y pedir a Dios por su curación. ¿Es esto hipocresía?
Conclusión, no es que los católicos seamos unos hipócritas, que muchas veces los somos, simplemente es que el ser humano es hipócrita independientemente de sus creencias, nacionalidad, raza o ideología política (¿o acaso no hay ningún comunista con un gran y lujoso chalet en las afueras?). Así que si eres hipócrita quiere decir que eres un ser humano y que estás vivo, eso sí, lucha para intentar serlo lo menos posible.