Hoy he pasado el día repitiendo una pequeña oración: “Jesús, te amo” “Jesús, yo siempre te amaré”. Es lo que hago cuando me lleno de inquietudes. Rezo y así se calma la tormenta que llevo dentro.
Hoy he pasado el día repitiendo una pequeña oración: “Jesús, te amo” “Jesús, yo siempre te amaré”. Es lo que hago cuando me lleno de inquietudes. Rezo y así se calma la tormenta que llevo dentro. Con 4 hijos, Católico y 23 años de casado, he descubierto que es verdad, sin él no podemos hacer nada. Por eso trato de vivir en la presencia de Dios. Sumergido en su amor.
Cada día, opto por confiar, aunque no comprenda muchas cosas.
Muy dentro de mi, escucho una voz interior que me dice: “escribe”. Y es lo que hago. Escribo y publico mis vivencias con el buen Dios, y las de muchos otros que también las tienen. ¡Es algo sorprendente!
Viendo estas maravillas, fundamos una pequeña editorial Católica, Ediciones Anab, para poder compartirlas con todos.
Imagina lo que es llevar adelante una empresa de esta magnitud, que se mueve por la Providencia, y a la vez pagar las deudas… es muy inquietante.
Con frecuencia me llega una incertidumbre y me envuelven estas voces, tratando de desanimarme:
“¿Cómo se te ocurre?” “Dedícate a otra cosa”. “¿Acaso te crees alguien especial?” “Pierdes tu tiempo”. “Los Católicos no se apoyan entre sí”.
Siempre que pasa, el buen Dios envía personas que renuevan mi certeza que “todo lo que hagamos por Jesús, vale la pena”. Me cuentan el bien que les han hecho nuestros libros. Y cómo les ayudaron a reencontrarse con Dios y la serenidad de saberse hijos del Altísimo.
Un amigo sacerdote, me escribió: “No bajes los brazos, Claudio, que Jesús tampoco los bajó de la Cruz”.
Ahora, cuando me llegan deseos de abandonar este apostolado, pienso en Jesús clavado en la cruz. Y me digo: “Por ti Señor, todo vale la pena”. Y sigo adelante.
Una vez alguien me preguntó: “¿Por qué lo haces?”
“Hay un fragmento, de una oración hermosa” le dije, “que responde todas estas inquietudes tuyas y mías…
“Señor, en un instante me has conquistado y ya no podré olvidarte”. “Has barrido mis dudas. Mis temores volaron. Te reconocí sin verte. Te sentí sin tocarte… Tú eres demasiado grande y eclipsas cualquier cosa. Todo cuanto yo amaba, ahora me parecen bagatelas. Ya no deseo más que a ti. Tan sólo te quiero a ti”.
Es maravilloso vivir así, para Jesús. Confiando en sus Promesas. Darle sentido a nuestras vidas. Intentar vivir el Evangelio.
Ahora lo que más deseo, es Evangelizar, y llevar esperanza, a través de nuestros libros. ¿Podrás ayudarme? ¿Cómo? Hay tres formas muy sencillas: Con tus oraciones, con tus donaciones y aportes económicos o adquiriendo nuestras promociones.
Así podremos editar más libros y llegar a los que necesitan una palabra de aliento.
Si visitas la editorial en nuestra página de Internet conocerás nuestro apostolado y cómo apoyarnos. www.edicionesanab.trimilenio.net
Para más información escríbenos a edicionesanab@gmail.com o llámanos al Tel (507) 229-9724
Claudio de Castro (Panamá)