Una conversación con su autor, Fernando Pérez Valdez. El inquieto Fernando Pérez Valdez, luego de haber trabajado en varios proyectos de comunicación católica –como los sensacionales videos sobre la Virgen del Pueblito, sobre san Francisco de Asís en dibujos para niños o sobre el beato franciscano Bartolomé Laurel, con los que ganó importantes premios en Polonia– incursiona ahora en las letras con una extraordinaria novela histórica titulada “Espinas” y que versa sobre la vida del misionero franciscano fray Antonio Margil de Jesús (1657-1726), natural de Valencia e infatigable heraldo del Evangelio en América.
¿Cuánto tiempo le tomó la investigación y redacción de esta biografía novelada?
El trabajo de investigación y redacción de la novela fue de veintiséis meses. Se consultaron numerosas obras, algunas de ellas inéditas, en diversas bibliotecas y fuentes documentales. Incluso se consultaron manuscritos elaborados por el propio fray Antonio Margil de su puño y letra.
¿Qué hay de interesante en fray Antonio Margil de Jesús para que usted decidiera narrar su vida en forma novelada?
Creo que la vida de este fraile es tan interesante en sí misma que, sin necesidad de agregarle ni de quitarle nada, es el argumento perfecto para una novela histórica. Baste decir que recorrió más de diez mil kilómetros a pie, desde Querétaro hasta las selvas vírgenes de Costa Rica y desde ahí hasta las llanuras de Texas, catequizando a más de ochenta mil indígenas, estableciendo numerosas Misiones. Aunado a eso, su participación en la fundación de los Colegios de Propaganda Fide de Querétaro, Guatemala y Zacatecas, son argumentos más que suficientes para contar esta apasionante vida.
¿Qué fue lo que le impulsó a investigar la vida de este ilustre fraile?
Este proyecto nació de la extraordinaria experiencia de haber colaborado un tiempo en el Colegio de la Santa Cruz de Querétaro, en donde fue la sede del primer Colegio de Propaganda Fide en el Nuevo Mundo. Eso me dio oportunidad de atestiguar que los visitantes del Convento querían conocer un poco más a fray Antonio Margil, al pie de cuya estatua se inician las numerosas visitas guiadas al Convento de La Cruz.
El problema hasta ahora era que los libros sobre fray Antonio Margil son muy antiguos y escasos, así que hacía falta una biografía más actual, más amena y más accesible. Esa fue la razón de escribir el libro en forma de novela histórica.
¿Cuáles considera que fueron los grandes aportes que fray Antonio hizo a la Iglesia?
Creo que uno de los aportes más importantes de fray Antonio Margil fue el dar un nuevo impulso a las misiones en América, las cuales por diversas circunstancias se habían estancado. Aunado a ello, fue el de impulsar el humanismo en la visión que se tenía de los indígenas. Algunos religiosos antes que él ya lo habían iniciado, pero fray Antonio vino a darle una nueva dimensión a ese concepto humanista.
De fray Antonio se resalta más el supuesto hecho prodigioso de que su bastón dio origen al famoso árbol de espinas en cruz, ¿cómo percibe la gente a este gran hombre? ¿Es lo suficientemente conocida la obra de este franciscano ejemplar?
Es verdad que lo que más se conoce se fray Antonio Margil es el árbol de espinas que se le atribuye en el Convento de la Santa Cruz. Quizá esto se debe al interés de los numerosos turistas que visitan el convento, de llevarse un recuerdo palpable de ese prodigioso fraile.
De hecho el título del libro: “Espinas”, hace alusión a ese suceso con la idea de atrapar al lector. Pero en realidad es un juego de palabras con un doble significado, que alude tanto a las espinas del árbol, como a las espinas que el misionero tuvo que padecer.
A lo largo del libro, nos damos cuenta de que las espinas en la vida de fray Antonio Margil fueron no solamente las de su bordón, sino los grandes trabajos que tuvo que afrontar, los golpes, azotes y torturas que tuvo que padecer y los caminos “sembrados de espinas” que tuvo que recorrer para realizar su obra misionera. En la novela se resaltan con mayor énfasis los importantes hechos que fray Antonio Margil de Jesús realizó a lo largo de su vida y no tanto los milagros, reales o atribuidos.
¿Cómo va el proceso de beatificación de Antonio Margil de Jesús?
Sus virtudes en grado heroico ya fueron reconocidas por la Sagrada Congregación de Ritos, actualmente llamada la Congregación para la Causas de los Santos, el 31 de julio de 1836. En el decreto expedido en Roma, se le concedió el título de Siervo de Dios. Con ello se logró subir el primer escalón, por así decirlo, en el proceso para llevar a fray Antonio Margil a los altares. Después se ha continuado el proceso, pero diversos motivos, entre ellas los conflictos bélicos, tanto en Europa como en México, han retrasado su causa.
Actualmente su causa de canonización es impulsada por la Provincia Franciscana de los Santos Francisco y Santiago de Jalisco. El último revés en la causa fue la negativa del tribunal de la Junta Médica de Roma, para reconocer como milagrosa la salvación de la vida de una niña por intercesión de fray Antonio Margil, no obstante que los médicos de la Junta reconocieron ese hecho como insólito y jamás reportado como algo semejante en la literatura médica.
Pero, de acuerdo a lo que nos comenta fray Octavio de la Cruz, quien fuera impulsor de la causa, ya se está proponiendo un nuevo milagro, de entre los muchos atribuidos a la intercesión de fray Antonio Margil, a fin de que la causa continúe adelante.
¿Qué tiene que “decirnos” Antonio Margil de Jesús a los cristianos de este tiempo?
Lo más importante que nos dice fray Antonio Margil, con el testimonio de su vida, es que debemos olvidarnos de la comodidad, de nuestra zona de confort y salir a hacer misión, ahí en donde nos corresponde. Nos dice que no debemos esperar a que aquellos necesitados de conversión lleguen a nosotros, sino que nosotros salgamos a buscarlos, con los medios que tenemos a nuestro alcance: con la palabra, con los libros, con la enseñanza, con el video, con el internet, con el trabajo manual o cualquiera que sean nuestras capacidades y habilidades. Nos dice, en pocas palabras, que esperemos “espinas” y no comodidades, tal como a él se lo dijo fray Antonio Linaz cuando lo invitó a misionar en el Nuevo Mundo.
La versión en español de “Espinas” está disponible en www.fernandoperezvaldez.com y en Querétaro en la Librería Cultural del Centro, en el Colegio Universitario de la Santa Cruz y en librería de La Divina Providencia.
FELICIDADES POR LA ENTREVISTA.
UN TEMA MUY INTERESANTE EL CONCER LA HISTORIA DE UN GRAN MISIONERO A TRAVÉS DE ESCRITURA ACTUAL.