Páginas inmortales de la historia en la vida y obra de Juan Pablo II.
El pontificado de Karol Wojtyla se distinguió por su continuidad en el tiempo, y por una clara y evidente condena de la eutanasia activa y pasiva desde su inicio del papado en 1978 hasta su muerte en 2005, lo que confirma cual era su mayor preocupación ante la proliferación del homicidio terapéutico en los sistemas sanitarios.
Juan Pablo II reunido en Chicago con los obispos norteamericanos, el día 5 de octubre de 1979, ya les decía, habéis hablado claramente afirmando que la eutanasia o muerte por piedad es un grave mal moral, y más de veinte años después sintiendo cercana la finalización de su pontificado, concretamente durante su viaje apostólico a Cracovia (Polonia), el 18 de agosto del 2002 en la concentración mayor que se ha producido en una visita a un pais europeo, en la que se reunieron millones de personas, seguía manifestando su profundo rechazo y condena de cualquier tipo de eutanasia para hacer frente a estas nuevas corrientes del pensamiento contemporáneo que hunden sus raíces en la filosofía oriental, la idea maniquea del suicidio y la perversión del bien.
Karol Wojtyla denunciaba la arrogancia del hombre que se sitúa, a veces, en el lugar de Dios, interfiriendo en el misterio de la vida humana y pretendiendo decidir sobre la vida del ser humano y fijar los límites de la muerte, decía que el hombre al rechazar las leyes divinas y los principios morales, se amenaza a si mismo abiertamente queriendo hacer callar la voz de Dios, gran ausente en la cultura y la conciencia de los pueblos, así el misterio del mal, continúa marcando la vida y, ante esta experimentada maldad, el ser humano vive el miedo al futuro, al vacío, al sufrimiento y la aniquilación.
Extraído de “Ortotanasia : Tratamiento vital y privilegio terapéutico“. Conferencia del VI Congreso Virtual de Psiquiatría (1 al 28 febrero 2005), Universidad de Islas Baleares. En Amenós, J.M., Carrére, G., Castellanos, J., Correa, M.A., García-Roca, F.J., Mandingorra, J. y Martínez, C. (2007). Ética, Psicología y Cristianismo. Enciclopedia y Biblioteca de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales. Facultad de Derecho. UMA – Universidad de Málaga (España).
Este trabajo de docencia e investigación refleja la mayor preocupación de Karol Wojtyla durante su pontificado y que siempre fue el querer mostrar a la humanidad su clara oposición a la eutanasia, tanto pasiva como activa, cuestión que se le escapa a la mayoría de medios de información católicos, y que incluso en ámbitos de la iglesia se suele omitir en favor de la eutanasia pasiva, como así han hecho en el pasado, personalidades como el Cardenal Antonio Cañizares, que aunque se ha enfrentado a la eutanasia activa como otros representantes eclesiásticos de la Compañía de Jesús han sucumbido al mismo error doctrinal de admitir la eutanasia pasiva con el fin de evitar el encarnizamiento terapéutico, confrontando con este equivocado pensamiento lo que consideramos es la verdadera doctrina cristiana que se opone a cualquier tipo de eutanasia directa e indirecta, por tratarse en ambos casos de un homicidio terapéutico.