Ofrecemos en extracto, las principales declaraciones de los jesuitas alemanes afincados en Münich refiriéndose al caso del padre jesuita Francisco Jalics, S.I. que se trasladó a este país en 1978 tras los sucesos por los cuales se convirtió en víctima de la represión ejercida por la junta militar que dirigió el país argentino, y presidió el general Jorge Rafael Videla tras el golpe de estado de 24 de marzo de 1976 hasta su deposición el 10 de diciembre del 1983 (hechos por los que fue condenado a 50 años de cárcel por la justicia argentina tras conocerse durante su juicio tanto la tortura como desaparición de miles de argentinos durante la dictadura).
El sacerdote húngaro nació en Budapest en 1927 y vivió en Buenos Aires desde 1957, llegado el año 1974, él y el P. Orlando Yorio, S.I. que falleció en Uruguay en el año 2000, se trasladaron a las «favelas» para realizar su labor pastoral con el permiso del Arzobispo Juan Carlos Aramburu, y del provincial de la Compañía de Jesús, P. Jorge Mario Bergoglio.
Nos dicen en palabras del propio P. Francisco Jalics, S.I. que en 1976 por las «entonces circunstancias de guerra civil que se vivían, en el transcurso de dos años fueron asesinadas aproximadamente 30 mil personas pertenecientes a movimientos guerrilleros de izquierda y civiles inocentes». «En aquel momento perdimos la conexión con uno de nuestros colaboradores laicos, quien se habría sumado a la guerrilla. Nueve meses después, esta persona fue detenida e interrogada por la Junta militar, quienes se dieron cuenta que él había estado en contacto con nosotros. Bajo la suposición de que también nosotros estábamos vinculados con la guerrilla fuimos detenidos». «Luego de un interrogatorio que duró cinco días, el oficial que lo dirigió nos soltó con las siguientes palabras: Padres, ustedes no tuvieron culpa alguna. Yo mismo me ocuparé de que puedan volver a su favela. A pesar de esa promesa, y de una forma inexplicable para nosotros, permanecimos arrestados durante cinco meses con los ojos vendados».
Por otro lado, se ha sabido por el sumario del juicio contra crimenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA – Escuela Superior de Mecánica de la Armada, que a finales de 2010, fue llamado a testificar Jorge Mario Bergoglio en calidad de provincial de los jesuitas durante los secuestros del P. Orlando Yorio y P. Francisco Jalics, S.I. y su testimonio confirma que en la comisión de los hechos no estuvo implicado en su detención, y que hizo todo lo posible por su intercesión hasta el extremo de reunirse con el jefe de la armada, Emilio Eduardo Massera, y el general Jorge Rafael Videla, con el fin de solicitar su puesta en libertad.
Estas han sido las únicas declaraciones que han trascendido a través de una comunicación procedente de Alemania y por las cuales el P. Francisco Jalics, S.I. no vincularía su detención en las cárceles de la dictadura argentina con su superior en la Compañía de Jesús, ahora Papa, Francisco I.
El paralelismo de las infamias contra el Papa emérito Benedicto XVI, y Francisco I.
A consecuencia de la campaña difamatoria iniciada contra el Santo Padre, Francisco I, desde su elección como pontífice, el 13 de marzo del 2013, con la cual se ha pretendido vincularle como cómplice de la junta militar durante la dictadura argentina, situación que nos recuerda las mismas calumnias que ya se vertieron contra el Papa emérito, Benedicto XVI, al inicio de su pontificado en 2005, cuando se le vinculó con el nazismo, que siempre rechazó porque como adolescente había sido obligado a dejar el seminario y forzado a alistarse hasta materializar su deserción del ejército alemán a riesgo de ser ahorcado por traición al final de la II Guerra Mundial. Por esta razón, hemos creido oportuno reproducir un fragmento de las siguientes informaciones a 15 de marzo del 2013 del P. Federico Lombardi, S.I. para el VIS (Vatican Information Service) y de Patricia Jáuregui Romero para RV (Radio Vaticano).
Nota sobre la campaña anti-Bergoglio en Argentina.
(VIS).- Sigue la nota leída por el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi S.I., durante el briefing con los periodistas.
«La campaña contra Jorge Mario Bergoglio es bien conocida y se remonta ya a diversos años. La lleva a cabo una publicación que lanza, a veces, noticias calumniosas y difamatorias. El cariz anticlerical de esta campaña y de otras acusaciones en contra de Bergoglio es notorio y evidente.
La acusación se refiere a la época en que Bergoglio no era todavía obispo, sino Superior de los Jesuitas en Argentina, y a dos sacerdotes que fueron secuestrados y que él no habría protegido.
No ha habido nunca una acusación ni concreta, ni creíble, contra su persona. La Justicia argentina lo interrogó una vez en calidad de persona informada de los hechos, pero no le imputó nunca de nada.
Bergoglio ha negado siempre, de forma documentada, las acusaciones.
Hay numerosas declaraciones que demuestran todo lo que hizo Bergoglio para proteger a muchas personas en la época de la dictadura militar.
También es conocido el papel desempeñado por Bergoglio – una vez obispo – para promover la petición de perdón por parte de la Iglesia en Argentina, por no haber hecho bastante en la época de la dictadura.
Las acusaciones, que proceden de una lectura histórico-sociológica del período dictatorial llevada a cabo desde hace años por ambientes anticlericales para atacar a la Iglesia, deben rechazarse con firmeza».
Francisco escondió y ayudó a exiliarse a los perseguidos por el régimen militar argentino.
(RV).- Un puntual artículo de la BBC Mundo reporta las declaraciones del activista de los derechos humanos, premio Nobel de la Paz en 1980, Adolfo Pérez Esquivel, profundo conocedor de la realidad que dramáticamente marcó la vida de los argentinos durante el régimen militar iniciado por el General Jorge Videla en curso entre los años 1976 y 1983.
En este sentido es rotunda la declaración del Nobel argentino cuando dice: «El Papa no tenía vínculos con la dictadura», y se unen los testimonios de tantos que no dudan en corroborar que el Obispo de Roma no solo hizo lo que pudo sino que también escondió y ayudó a exiliarse a varios perseguidos por el régimen.
En definitiva, Pérez Esquivel quien tendría el 21 de marzo del 2013 un encuentro con el Santo Padre declaró que : “El Papa no fue de los que estuvo más en la avanzada porque prefirió una diplomacia más silenciosa de pedir por los presos y los desaparecidos, pero bajo ningún punto pueden ligarlo con la dictadura» y aseguró que “el mismo Presidente de la Corte Suprema de Justicia dijo que no hay ningún tipo de evidencia ni de acusación sobre esto”.
Notas y textos.
14 de marzo, 2013. (Periodismocatolico.com) Comunicados a propósito de la elección del Cardenal Jorge Mario Bergoglio como Su Santidad el Papa Francisco I, sumo pontífice de la iglesia católica, apostólica y romana.
José María Amenós Vidal. Servicio de Información Católica para hispanoamérica (Administrador).