Home > Análisis > Emergencia humanitaria en EEUU

Emergencia humanitaria en EEUU

Ya no son exclusivos del Cuerno de África, Somalia, Irak o Siria los desastres humanitarios por hambre y por desplazamientos de poblaciones. Ahora son los Estados Unidos los protagonistas de una emergencia humanitaria que les acaba de explotar en el ámbito internacional.

Este drama protagonizado por los Estados Unidos se destapó el lunes 14 de julio por el papa Francisco y por su Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, durante el “Coloquio México-Santa Sede sobre movilidad humana y desarrollo” organizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, con la presencia de los cancilleres de México, Guatemala, Honduras, El Salvador, el Secretario de Estado de la Santa Sede y un Consejero del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

En un mensaje enviado a los participantes en el Coloquio, leído por el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, el papa Francisco pidió una intervención urgente en la emergencia humanitaria de los niños migrantes a Estados Unidos, e indicó que “es necesario un cambio de actitud hacia los migrantes y refugiados por parte de todos” porque “muchas personas obligadas a emigrar sufren y a menudo, mueren trágicamente; muchos de sus derechos son violados, son obligados a separarse de sus familias y lamentablemente continúan siendo objeto de actitudes racistas y xenófobas… Decenas de miles de niños que emigran solos, no acompañados, para escapar a la pobreza y a las violencias: esta es una categoría de migrantes que, desde Centro América y desde México, atraviesa la frontera con los Estados Unidos de América en condiciones extremas, en busca de una esperanza que la mayoría de las veces resulta vana. Ellos aumentan día a día. Tal emergencia humanitaria reclama en primer lugar intervención urgente, que estos menores sean acogidos y protegidos”. Además, el Santo Padre presentó un llamado de atención “de toda la comunidad internacional para que puedan ser adoptadas nuevas formas de migración legal y segura”.

Hasta ahora, el modo en el que los Estados Unidos ha intentado resolver este “problema” ha sido de manera represora con encarcelamientos y deportaciones de migrantes, con la consecuente tragedia de separación de familias y comunidades.

Durante su participación en el Coloquio, el cardenal Pietro Parolin, expresó que todo ser humano merece un trato digno simplemente por ser persona: “El cristianismo ha afirmado desde sus mismos inicios que todos somos libres, que todos somos iguales, que todos somos hermanos. La dignidad de las personas no procede de su situación económica, de su filiación política, nivel educativo, pertenencia étnica, estatus migratorio o convicción religiosa. Todo ser humano, por el mismo hecho de ser persona, posee una dignidad tal que merece ser tratada con el máximo respeto” y denunció el rostro de la tragedia cuando expresó que “Cada día nos llegan nuevas noticias del ingente número de personas que en el mundo deben salir de su tierra entre situaciones lacerantes de sufrimiento y dolor. Las causas son siempre las mismas: la violación de los derechos humanos más elementales, la violencia, la falta de seguridad, las guerras, el desempleo y la miseria…. Intentando llegar a una tierra de promisión en la que sea posible una vida digna, miles de personas deben pasar hambre, humillaciones, vejaciones en su dignidad, a veces hasta torturas y, algunos, morirán solos entre la indiferencia de muchos. Atónitos, contemplamos en pleno siglo XXI a las víctimas de la trata humana, a los que son obligados a trabajar en condiciones de semi-esclavitud, a los que son abusados sexualmente, a los que caen en las redes de bandas criminales que operan a nivel transnacional y que a veces cuentan con impunidad a causa de la corrupción y ciertas connivencias”.

Finalmente, el enviado del papa Francisco pidió lo que todo migrante anhela, y que se ha convertido en una exigencia creciente de la humanidad, que antes de ahora era un grito sordo, pero que por fin alguien lo hizo suyo para ser voz de los que no tienen voz: “Tanto si viajan a causa de la pobreza, de la violencia o con la esperanza de unirse a los familiares que están al otro lado de la frontera, es urgente protegerlos y asistirlos, pues su debilidad es mayor e indefensos, están al albur de cualquier abuso o desgracia. La política es el arte de lo posible. Hagamos posible lo que parecía imposible. Seamos ambiciosos al plantearnos los retos. No nos desanimemos por aquello que no son sino aparentes fracasos’”.

Luego de esta fuerte denuncia, es muy probable que el viaje del papa Francisco a México no se desarrolle en el centro del país sino en ciudades fronterizas del norte; ¡es el estilo de este gran Papa!.

www.verycreer.com