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La Virgen, el Papa y el místico de la Misa Criolla

“Tu papá era un grande…”. Francisco no dudó al ver a Facundo Ramírez. “¡Era un místico!”, le dijo el miércoles pasado -al término de su audiencia pública- refiriéndose a su padre Ariel, autor de la histórica Misa Criolla. Esa obra de música litúrgica, compuesta con los sonidos más emblemáticos del folclore argentino, resonará en la Basílica de San Pedro este 12 de diciembre. Será una ocasión histórica, también para el primer Papa latinoamericano de la historia.

“Esto no va a ser un concierto, va a ser una celebración litúrgica donde resonarán los hermosísimos cánticos de la Misa Criolla”, aclaró Guzmán Carriquiry, secretario de la Pontificia Comisión para América Latina y artífice de la eucaristía en honor a Nuestra Señora de Guadalupe. Esa es la razón de la fecha elegida, el viernes 12, festividad de la “Morenita del Tepeyac”, como se conoce a la imagen custodiada en el Santuario de la capital mexicana.

Ella no es sólo la Reina de México, también es la Emperatriz de América. Y en su honor se tocarán melodías que recogen los sonidos autóctonos del continente, magistralmente compilados por Ramírez 50 años atrás. La Misa Criolla se grabó inicialmente en 1964 y fue editada un año después en un “long play” que contenía también la obra “Navidad nuestra”.

En marzo de 1967 Ramírez viajó a Roma acompañado por grandes nombres del folclore de su país: Mercedes Sosa, Chito Cevallos, Carlos Amaya y el grupo Los fronterizos. Al Papa Pablo VI le entregó la partitura original de su obra. Aquel gesto pareció revolucionario, casi profético, apenas unos años después de cerrado el Concilio Vaticano II. Todavía la Iglesia debía digerir la más importante reforma litúrgica en siglos. Era impensable –hasta entonces- el uso de instrumentos como la guitarra, el bombo, el piano y el charango en las iglesias.

No por nada pasaron 21 años antes que la Misa Criolla se ejecutase en el Vaticano. El 9 de diciembre de 1988 se tocó en el Aula Pablo VI y la interpretó el tenor español José Carreras. En esa ocasión el Papa Juan Pablo II no pudo estar presente por reuniones previstas con obispos de Estados Unidos, aunque dos días después recibió al cantante, a su esposa y dos hijas.

Debió transucrrir más de una década para que esas melodías llegaran al recinto más sagrado de la cristiandad, la Basílica de San Pedro. Apenas tres años atrás, el 12 de diciembre de 2011, se ejecutaron durante una misa, también dedicada a Guadalupe y celebrada por el entonces Papa Benedicto XVI.

“Al día siguiente me llamó el maestro de ceremonias litúrgicas pontificias para contar que el Papa, cuando se estaba quitando sus vestiduras litúrgicas, dijo a los cardenales y obispos que lo acompañaban que había quedado muy impactado por el ‘dramatismo y la intensidad’ de los cantos, algo significativo considerando su sensibilidad musical”, confió Carriquiry al hablar con periodistas en la sede de la Radio Vaticana.

En aquella oportunidad los instrumentos de percusión fueron limitados y no se incluyó el piano. Ahora, gracias a Francisco, la Misa Criolla sonará en todo su esplendor. Los músicos serán dirigidos por la única persona que conoce los secretos del compositor, su hijo Facundo. A él se sumará una voz femenina proveniente del rock argentino, la cantante Patricia Sosa.  

Todo como parte de una celebración en la cual 750 sacerdotes concelebrarán con el Papa. Cinco cardenales lo acompañarán en el altar mayor: el mexicano Norberto Rivera Carrera, el brasileño Raymundo Damasceno Assis, el canadiense Marc Ouellet, el chileno Francisco Javier Errázuriz y el estadounidense Sean O’Malley.

Según lo previsto, desde las 16:30 horas de Roma, en San Pedro se rezará el Rosario Guadalupano, que contempla ocho decenas en lugar de cinco. Ese momento será introducido por la lectura de algunos pasajes del “Nican Mopohua”, el texto en lengua indígena Náhuatl que cuenta las apariciones de Guadalupe.

Más tarde desfilarán por la nave central de la basílica las banderas de todos los países del Continente Americano, las cuales harán la reverencia a una imagen de la Virgen que estará a los pies del altar mayor. Se rezará una oración de Adviento compuesta por el Papa y Claudio Sosa, sobrino de la gran folclorista Mercedes Sosa, entonará dos villancicos cuyas letras son autoría del historiador argentino Félix Luna. Inmediatamente después Francisco hará su ingreso al templo para celebrar la misa.

“Es un momento muy alto para la música argentina, será como si Ariel estuviese acá a través de su hijo Facundo, el único capaz de conocer e interpretar a profundidad su obra. Creo que va a ser un momento único, en especial por el Papa argentino y la celebración latinoamericana. Los argentinos sentimos que son los ritmos entrañables de la América que se fusionan en la misa criolla, es una huella muy especial y muy distinta, tiene una razón muy pura y antiquísima”, dijo al Vatican Insider Teresa Parodi, folclorista y ministra de Cultura de Argentina.

Serafines susurran.- Que Argentina y México destacarán significativamente entre las delegaciones oficiales que asistirán a la Misa Guadalupana. El primero de estos países trajo a Roma una comitiva de importancia, encabezada por la ministra Parodi que el miércoles pasado saludó al Papa al final de la audiencia general en la Plaza de San Pedro. Con ella se trasladaron a Roma, además de los artistas Facundo Ramírez y Patricia Sosa, el secretario de Culto del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino, Guillermo Oliveri. A ellos se sumó el designado embajador ante el Vaticano, Eduardo Valdés, quien iniciará formalmente su misión diplomática apenas el próximo 20 de diciembre, cuando presente cartas credenciales ante el Papa.

Y es que, para el gobierno argentino, esta cita resulta fundamental. La orden de dar todo el apoyo bajó directamente de la presidente, Cristina Fernández de Kirchner, que sabe muy bien cuán importante resulta para Francisco esta cita.

Algo similar ocurre con México, que tendrá una representación de primer nivel. No sólo estarán en San Pedro el director general adjunto de Asuntos Religiosos de la Presidencia de la República, Roberto Herrera Mena; y la Mercedes del Carmen Guillén Vicente, subsecretaria de Migración, Población y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación de México. De última hora se confirmó que se unirá al grupo José Antonio Meade, secretario de Relaciones Exteriores. ¿Será que espera el anuncio oficial de la visita de Francisco a México? Una novedad de ese calibre justificará el viaje relámpago a Roma, para estar presente en tan singular ocasión.

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