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Los papás de santa Teresita

El domingo 18 de octubre fue un día de gran alegría para la Iglesia, la familia y el matrimonio, pues este día fueron canonizados los papás de santa Teresa del Niño Jesús, los señores Louis Martin y Celie Guerin. Con ellos fueron canonizados otros dos santos.

El vicepostulador de la Causa de canonización, el Padre Antonio Sangalli, dio lectura a la biografía de los señores Martin al inicio de la santa Misa en la Plaza de San Pedro:

“Louis Martin nació en Burdeos el 22 de agosto de 1823. Hombre de fe y oración, en un momento de su vida tuvo el deseo de consagrarse a Dios para servir en el hospicio de San Bernardo, pero, desalentado por la dificultad del latín, optó por la profesión de relojero y se estableció en Alencon.

Celie Guerin nació en Gandelain el 23 de diciembre de 1831. Se dedicó a la elaboración de tejidos y encajes de tela en una fábrica de Alençon. Ella también había tenido el deseo de consagrarse a la vida religiosa, pero su precaria salud fue un impedimento para que ingresara al convento de las Hijas de la Caridad en Alençon.

Celie se encontró providencialmente con Louis en el puente de San Leonardo. Allí, ella conoció a un joven que la impresionó por su noble fisonomía, andar reservado y digna apariencia al momento en que una voz interior le murmuró en secreto: “Este es el hombre que he preparado para ti”. Algunos meses después se casaron en la iglesia de Notre Dame de Alençon la noche del 13 de julio de 1858.

Tuvieron la alegría de ver nacer a nueve hijos, y aunque cuatro de ellos murieron de recién nacidos, esta tristeza no quebrantó en lo absoluto su profunda fe sostenida por el sacramento diario de la eucaristía en la santa Misa y por su filial devoción a la Virgen María.

La menor de sus hijas es santa Teresa del Niño Jesús y de la santa Faz, Doctora de la Iglesia. La causa de beatificación de otra de sus hijas, Leonia, monja Visitandina conocida como la hermana Francisca Teresa, acaba de ser abierta el 2 de julio de este año.

Louise y Celie Martin son sublimes ejemplos de amor conyugal y de familia cristiana laboriosa, atenta a las necesidades del prójimo, generosa con los pobres, animada por un ejemplar espíritu misionero y dispuesta a colaborar en las actividades de su parroquia.

Celie murió en Alencon el 28 de agosto de 1877 tras una larga enfermedad. Louis se trasladó a Lisieux a fin de asegurar un futuro mejor para sus cinco hijas. Él, a quien le llamaban el Patriarca, por haber ofrendado a Dios a todas sus hijas, supo vivir con dignidad la dura prueba de la enfermedad. Murió cerca de Evreux el 29 de julio de 1894. Louis y Celie fueron beatificados el 19 de octubre de 2008 en Lisieux”.

Luego de escuchar la biografía, el papa Francisco pronunció la fórmula de canonización: “En honor a la Santísima e indivisible Trinidad, para exaltación de la fe católica y crecimiento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los santos apóstoles Pedro y Pablo y la Nuestra, después de haber reflexionado largamente, implorando con frecuencia la ayuda divina y tras haber oído el parecer de numerosos hermanos en el episcopado, declaramos y definimos santos a los beatos Vicente Grossi, María de la Inmaculada Concepción y Louis Martin y Marie Celie Guerin, esposos, y los inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los Santos. En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Amén”.

Durante la homilía, el Papa se refirió a los nuevos santos, Louis y Celie: “Los santos proclamados hoy sirvieron siempre a los hermanos con humildad y caridad extraordinaria, imitando así al divino Maestro… Los santos esposos Louis Martin y María Celia Guerin vivieron el servicio cristiano en la familia, construyendo cada día un ambiente lleno de fe y de amor; y en este clima brotaron las vocaciones de las hijas, entre ellas santa Teresa del Niño Jesús. El testimonio luminoso de estos santos nos estimulan a perseverar en el camino del servicio alegre a los hermanos, confiando en la ayuda de Dios y en la protección materna de María. Ahora, desde el cielo, velan sobre nosotros y nos sostienen con su poderosa intercesión”.

Uno de los lugares más amables del mundo es la casita de Les Buissonnets en Lisieux, Francia, donde vivió Louis Martin con sus hijas, y de donde salieron para consagrarse a Dios.

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