Por Josefa Romo | El primer acto de Trump como Presidente de los Estados Unidos de América ( 23-1), fue la firma de una orden para que los ciudadanos de su país no tuvieran que financiar abortos en el extranjero. El viernes 27, tuvo lugar la marcha más numerosa en Estados Unidos por la Vida, «histórica» tanto por su magnitud como por la presencia de altas autoridades del ejecutivo: el Vicepresidente Mike Pence; Kellyanne Conway, asesora presidencial….
Uno de los aspectos más negativos de la política de Obama fue su impulso al aborto incluso en el extranjero, y uno de sus actos más denostados, la denuncia a las Hermanitas de los Pobres por negarse a seguir la política abortista del «obamacare», violadora, también, de la libertad religiosa: les exigía pagar seguros de salud que incluían anticonceptivos, el aborto y la esterilización. Barack Obama revocó la «Política de Ciudad México»( una ley que prohibía las ayudas económicas al aborto fuera de los Estados Unidos). Ese aspecto de la política de Obama fue considerado un ejemplo de extremismo en la promoción del aborto, que no de la salud de las mujeres (encuestas de Gannett del 2009).
Con tantos millones de personas en el mundo sensibles ante el drama del aborto (muerte cruel perpetrada voluntariamente contra el ser humano más inocente), me congratulo de la orden de Trump y pido a Dios que no tarde el día en que se abandone en el mundo entero el mercadeo con la vida de los niños no nacidos y se ayude seriamente a las madres embarazadas.