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Curiosa nota de BXVI

¿Es necesario, para el pontificado de Francisco, un reconocimiento expreso del papa Benedicto XVI? Parece que no, al menos durante los primeros cinco años, pues si así hubiese sido, el papa Benedicto XVI lo habría expresado desde hace tiempo.

¿Por qué, entonces, ahora sí lo hace? Pues porque, al parecer, ahora es necesario, aunque sea de informal manera, mediante una nota de agradecimiento dirigida a monseñor Dario Edoardo Viganò, Secretario de las Comunicaciones de la Santa Sede, en agradecimiento por haberle enviado una publicación consistente en once libritos en los que se recopilan opiniones de diversos teólogos hacia el papa Francisco.

El texto completo de la nota, fechada el 9 de febrero, en la que el papa Benedicto manifiesta que no ha leído los libritos, ni que podrá hacerlo en breve, es el siguiente: “Reverendo Monseñor: Gracias por su amable carta del 12 de enero y el regalo adjunto de los once pequeños volúmenes editados por Roberto Repole.

Aplaudo, esta iniciativa que quiere oponerse y reaccionar al necio prejuicio sobre que el Papa Francisco es solo un hombre práctico sin formación teológica o filosófica especial mientras que yo he sido solo un teórico de la teología con poca comprensión de la vida concreta de un cristiano hoy.

Los pequeños volúmenes muestran, con razón, que el Papa Francisco es un hombre de profunda formación filosófica y teológica, y por lo tanto ayudan a ver la continuidad interna entre los dos pontificados, a pesar de todas las diferencias de estilo y temperamento.

Sin embargo, no tengo intención de escribirles un pasaje teológico breve y denso porque, a lo largo de mi vida, siempre he tenido claro que escribiría y me expresaría solo sobre libros que haya leído muy bien. Lamentablemente, aunque sea por razones físicas, no puedo leer los once volúmenes en un futuro cercano, especialmente porque me esperan otros compromisos que ya he tomado. Estoy seguro de que lo entenderá y lo saludará cordialmente. Suyo, Benedicto XVI”.

En la nota, BXVI manifiesta que su predecesor “es un hombre de profunda formación filosófica y teológica” y así es, pues el papa Francisco, como lo consigna su biografía, en su juventud se diplomó como técnico químico, completó los estudios de humanidades en Chile, y en 1963, de regreso a Argentina, se licenció en filosofía. De 1967 a 1970 obtuvo la licenciatura en teología en el colegio San José, fue profesor en la facultad de teología, y en marzo de 1986 viajó a Alemania para ultimar su tesis doctoral.

En su nota, el papa Benedicto explica que “no tengo intención de escribirles un pasaje teológico breve y denso”, de donde se infiere que se le había solicitado, ya un comentario, ya el prólogo, y explica que no lo hace porque “a lo largo de mi vida, siempre he tenido claro que escribiría y me expresaría solo sobre libros que haya leído muy bien” y elimina toda probabilidad de hacerlo cuando aclara: “no puedo leer los once volúmenes en un futuro cercano, especialmente porque me esperan otros compromisos que ya he tomado”.

Un comentario proveniente de Joseph Ratzinger, considerado uno de los más importantes teólogos de los siglos XX y XXI, dirigido plausiblemente a cualquier a teólogo, es un obsequio que no tiene precio, tal como lo hizo al prologar la edición de mayo de 2017 del libro “La fuerza del silencio: contra la dictadura del rumor”, del cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Sagrada Congregación para la Disciplina de los Sacramentos y el Culto Divino, en el que manifiesta que el cardenal Sarah conoce “los peligros que amenazan continuamente la vida espiritual, incluso de sacerdotes y obispos, y también de la propia Iglesia, en la que no es algo infrecuente que la Palabra sea reemplazada por una verborrea que diluye la grandeza de la Palabra” y en el que concluye afirmando que “con el Cardenal Sarah, maestro del silencio y de la oración íntima, la liturgia está en buenas manos”.

De vuelta a la nota, el papa Benedicto hace notar que existe un “necio prejuicio sobre que el Papa Francisco es solo un hombre práctico sin formación teológica o filosófica especial”, prejuicio que se ha extendido no entre el Pueblo de Dios, sino entre algunos teólogos críticos de este pontificado, y agrega que los libritos que recibió -aunque no los leyó- “ayudan a ver la continuidad interna entre los dos pontificados, a pesar de todas las diferencias de estilo y temperamento”.

Benedicto XVI refiere que en Francisco hay continuidad de su pontificado, aunque deja ver que con diferencias de “estilo” y de “temperamento”, cosa que hace preguntarnos ¿Cuáles son estas diferencias…?

Por Roberto O’Farrill / verycreer.com