La crisis demográfica
Los estadounidenses están teniendo menos hijos que nunca antes. Según los nuevos datos que han sido publicados por la agencia del gobierno Centros para el Control de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), durante el cuarto año consecutivo el número de niños que han nacido EEUU ha descendido. El año pasado (2018), nacieron 3,788,235 bebés en EEUU – una disminución del 2% respecto del año anterior y la más baja en 32 años.
A la base de este descenso del número total de nacimientos, sin embargo, hay un dato estadístico aún más dramático y preocupante. La tasa general de fertilidad – el número de hijos nacidos por mujer – ha disminuido a su nivel más bajo: apenas 1.72. Como principio general, para que una población se reemplace a sí misma, la tasa general de fertilidad debe ser de 2.1 hijos por mujer.
Hasta cierto punto, las tasas de fertilidad tienden a reflejar la salud de la economía. Mientras más saludable esté la economía, más confianza tienen los padres de familia de que van poder sostener a sus hijos y van a ser más propensos a tener más hijos. Por lo menos, esa es la teoría. Previamente, los demógrafos han vinculado la disminución de la fertilidad durante la última década a los efectos de la recesión de 2008 [1]. Sin embargo, a pesar de que desde entonces la economía se ha recuperado, las tasas de fertilidad han continuado cayendo – lo cual ha sorprendido a los expertos en asuntos demográficos.
“Sigo con la expectativa de que las tasas de fertilidad aumenten, pero no lo hacen”, dijo a la Prensa Asociada el demógrafo Kenneth Johnson, de la Facultad de Carsey de Políticas Públicas de la Universidad de New Hampshire. Johnson observó que si la tasa de fertilidad hubiese permanecido al mimo nivel en el que estaba antes de la recesión, hubiesen nacido 5.7 millones de niños. Y añadió: “Esos son un montón de jardines infantiles vacíos”.
Muchos de los principales medios de difusión parecen estar perplejos acerca de cómo encuadrar estas últimas cifras. Por un lado, muchos de ellos se sintieron impulsados a intentar enfrentar estos datos con optimismo. Sugirieron que la disminución de la tasa de fertilidad es una consecuencia de una mayor “libertad reproductiva” (aborto y anticoncepción) de la cual gozan las mujeres. Sin embargo, detrás de la fachada de esta celebración, muchos informes noticiosos, también contenían un aspecto ineludible de preocupación – y en ello tienen razón.
No hace falta ser provida para reconocer que una nación sin hijos es una nación sin futuro. Con una población envejeciente, cada vez habrá una presión más grande sobre una debilitada fuerza laboral para mantener la economía a flote, pagar los impuestos que sostienen la seguridad social, la atención a la salud de los necesitados y de las personas mayores. Además, el número menor de gente joven que cargará con este peso económico y social será la misma gente que se necesitará que tenga más hijos para la próxima generación.
Por Padre Shenan J. Boquet (Presidente Human Life International)
Continuará.
Nota:
[1]. https://www.nytimes.com/2019/05/17/us/us-birthrate-decrease.html.
Boletín Electrónico Espíritu y Vida de Vida Humana Internacional, 30 de mayo de 2019
Vida Humana Internacional