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Ya sé que hablar de familias numerosas en los tiempos que corren es considerado "políticamente incorrecto".

Ya sé que hablar de familias numerosas en los tiempos que corren es considerado "políticamente incorrecto". Pero, por ser madre de una familia con seis hijos, considero que esta noticia me afecta de forma particular: "la sede en Pamplona de La Asociación de Familias Numerosas ha sido victima del vandalismo".

Una se queda perpleja e intenta comprender el porque del lanzamiento de piedras contra la fachada de esta asociación sin animo de lucro, que se dedica exclusivamente a la defensa de los derechos de las familias con más de tres hijos, a su reconocimiento social y a la protección de estas familias ante las administraciones publicas.

¡No lo entiendo! Lo pienso, una y mil veces, y solo encuentro una explicación: la aversión y el desprecio absoluto a este tipo de familias.

Miren: ¡Estoy harta de la discriminación social, laboral y económica de que somos objeto los padres y madres que tenemos hijos!

¡Estoy harta de que a las familias con más de tres hijos se nos considere unos "irresponsables", culpables de la explosión demográfica y, por lo tanto del hambre en el mundo; de pertenecer a grupos exclusivos de "fanático-religiosos" , de antisociales y, por supuesto, de conservadores!

Y me pregunto si en un mundo tan tolerante como el actual, que favorece el respeto a las distintas culturas, religiones, ideologías políticas, costumbres "donde todo es respetable y respetado", ¿por qué no es posible tener hijos sin sentirse mirada como una "coneja" por el resto de los ciudadanos? ¿Por qué no nos dejan tener la oportunidad de decidir libre y responsablemente formar una familia, tener hijos y exigir a los representantes políticos las condiciones necesarias para que nuestro proyecto de vida sea una realidad y no una gymkhana llena de obstáculos?

Pero, no pasa nada!!! Mientras hoy se mofan, nos lanzan piedras y nos miran mal, las madres y padres de familias numerosas seguimos exigiendo una serie de prestaciones, que no por prometidas en las campañas electorales son reales en el día a día. Tal y como están las cosas, mucho me temo que dentro de unos años nos besaran los pies.

Hace tan solo unos días Gary Becker, Premio Nobel de Economía en 1992, escribía en "The Wall Street Journal" unas reflexiones sobre los problemas con los que , a muy corto plazo, se van a encontrar los paises con baja natalidad.

A saber:

1. "El acontecimiento demográfico que define al siglo XXI, en cambio, es el descenso de los índices de natalidad en un número creciente de países. Así, en unos 70 países, que suman casi la mitad de la población mundial, la fecundidad está por debajo de 2,1 hijos por mujer, el mínimo para asegurar el reemplazo de generaciones. Entre ellos están todos los países europeos y muchos asiáticos, incluida China. Japón, Italia, Rusia y España son los países con los índices más bajos del mundo"

2. "Cuando un país tiene una tasa inferior al nivel de reemplazo, necesita inmigrantes para mantener o aumentar la población.

3. "A la mayoría de los países con baja natalidad les preocupa la perspectiva de la reducción de la población. Muchos ya han puesto en marcha ayudas a las familias que tienen más hijos" (permisos de paternidad en -Francia, plan Putin,.)

4. Una consecuencia de la baja natalidad y del aumento de la esperanza de vida es que cada vez hay menos población activa para sostener a más jubilados. En consecuencia, financiar las pensiones y los gastos sanitarios se convierte en un problema para los países que sufren el envejecimiento de la población, toda vez que la mayoría de los países financian esos gastos a través de los impuestos que paga la población activa"

5. "La reducción de la población disminuye la innovación porque la gran mayoría de nuevas ideas proceden de científicos e inventores menores de 50 años, y a menudo mucho más jóvenes., "una población más grande refuerza los incentivos para innovar, lo que incluye las innovaciones para reducir la contaminación o los efectos negativos que surjan".

Pues, lo que les digo. : ¡Nos besaran los pies!

Remedios Falaguera Silla (España)