«Es necesario aprender a rezar, casi adquiriendo de nuevo este arte», recordaba Benedicto XVI en la catequesis del miércoles 4 de mayo de 2011. ¿Puede ayudar internet para esto?
La-oracion.com es un proyecto on line sobre la oración. No es poco si consideramos que ha venido a llenar un vacío en el continente digital de lengua española. En medio de miles de portales, bitácoras y redes sociales con temáticas afines a la espiritualidad, se echaba de menos uno enteramente dedicado a este campo. Y además fiel al Magisterio de la Iglesia e impulsada por un sacerdote católico de los Legionarios de Cristo.
Pero hay más. Es verdad que presentar este proyecto como una iniciativa en internet sobre la oración es un riesgo porque la temática misma no parecería suscitar inmediatamente un «interés mediático». Digamos que no es un tema que genere publicidad e incluso podría dar la idea de que es «algo únicamente para los que se la pasan en la Iglesia» o para los que ya saben orar… Y sí, también es para ellos, pero no sólo. Está dirigido a «quien quiera mejorar su comunicación con Dios», y en esto entran tanto principiantes como avanzados. Es, en definitiva, un recurso digital para despertar, confirmar y crecer en la vida de oración y, en este sentido, abierto a todos.
Quien ingresa a http://www.la-oracion.com/ se topa con un portal atractivo que, gracias al orden y valiosa presentación, posibilita conocer lo que ofrece: nueve secciones («¿Qué es eso de la oración?», «¿Qué dicen los maestros?», «¿Cómo trato con Dios?», «¿De qué converso con Él?», «¿Cómo entiendo sus palabras?», «¿Cómo aumentar la resonancia espiritual?», «¿Cómo disfrutar a Dios en las cosas?», «Noticias sobre la oración» y «Miscelánea») y seis pestañas iniciales en la cabecera que ponen de manifiesto que la fe, que la vida de oración, también puede ser presentada atractivamente valiéndose de las redes sociales.
Uno de los recursos de http://www.la-oracion.com/ que le dan un valor añadido es precisamente la formación de comunidades de oración. Esto posibilita que haya retroalimentación, oportunidad de diálogo, de compartir y de ayudar, como hacían y vivían los primeros cristianos: «Experiencia, ejercicios y modos, más que contenidos para la meditación», refieren en la web.
Entre los recursos multimedia se encuentran también frases y citas, grabaciones de audio y video, devocionario, enlaces recomendados, la posibilidad de suscribirse gratuitamente a la newsletter y de seguir la-oracion.com en una página de Facebook (véase la página en este enlace).
La finalidad de la-oración.com no es atraer visitantes sino llevar a quien se quiere beneficiar de esta valiosa herramienta a un encuentro real con Dios: «Este blog y esta red son sólo un complemento, un subsidio. Quieren servir de apoyo y catalizador de tantas personas inquietas, en búsqueda de algo más».
Ciertamente este «deporte de alto riesgo», la oración, no es como buscar en Google: no hay resultados inmediatos y sin esfuerzo. «La oración exige esfuerzo, perseverancia y se avanza con lentitud», reconocen en una pestaña de la-oracion.com. Pero con un acompañamiento y un medio como éste seguro que será más sencillo, atractivo y agradable.
«El hombre de todos los tiempos –decía Benedicto XVI al iniciar la serie de catequesis dedicadas al tema de la oración el 4 de mayo de 2011– reza porque no puede hacer otra cosa que preguntarse cuál es el sentido de su existencia, que permanece oscuro y descorazonador, si no se pone en relación con el misterio de Dios y de su diseño sobre el mundo». La-oracion.com se presente no sólo como providencial sino también como respuesta altamente oportuna en el contexto del inicio de catequesis del Papa sobre el mismo argumento y también como preparación al sínodo sobre la nueva evangelización. ¿Por qué? Porque esta web multimedia propone que la nueva evangelización comienza por la oración. Y usando las tecnologías de la comunicación que millones de personas usan a diario. En la-oracion.com la oración apenas comienza.
Las redes sociales bien usadas son una herramienta fantástica en los tiempos actuales, no solo para aprender a orar, sino también para conocer la Palabra de Dios, y otros tantos temas necesarios a la formación de los buenos cristianos.