“Hay que parar su migración. Esos niños no tienen futuro”. Palabras del Papa a su compatriota Carlos Luna hace unos días. Una prueba de la angustia de Francisco por los menores no acompañados que, cada vez más, intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en busca de un futuro mejor. Angustia que este día se transformó en una exigencia para la comunidad internacional: urge atender la situación de esos infantes, una verdadera “emergencia humanitaria”.
Jorge Mario Bergoglio envió un mensaje especial para el Coloquio México-Santa Sede sobre Migración Internacional y Desarrollo. Un encuentro que se abrió este día en la capital mexicana con la participación del secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. En la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores, tocó al nuncio apostólico Christophe Pierre leer la carta del pontífice fechada el 11 de julio.
“Quisiera llamar la atención sobre las decenas de miles de niños que emigran solos sin acompañantes para escapar de la pobreza y de la violencia (.); tal emergencia humanitaria reclama como primera medida de urgencia proteger y acoger debidamente a estos menores”, indicó.
En las últimas semanas el drama de estos pequeños ha acaparado el debate público en México. Desde octubre, unos 57 mil menores de edad fueron capturados mientras intentaban ingresar ilegalmente a los Estados Unidos a lo largo y ancho de la frontera sur del país. Ninguno de ellos estaba acompañado por familiares o tutores.
La situación se convirtió en un problema grave para las autoridades estadounidenses e incluso llevó a la administración de Barack Obama a solicitar al Congreso un paquete especial de tres mil 700 millones de dólares para atender a la situación fronteriza.
Las fotografías de cientos de menores detenidos en enormes galerías y encerrados en jaulas de alambrado encendieron la polémica. Despertaron la preocupación del Papa y provocaron la respuesta de los obispos mexicanos, que emitieron un duro comunicado.
En Roma Francisco demostró seguir de cerca la crisis de los niños migrantes en una larga conversación que sostuvo con Carlos Luna. El ex luchador social de Argentina, que lleva más de 40 años exiliado en Suecia y es uno de los promotores de la candidatura del líder católico a Premio Nobel de la Paz, contó al Vatican Insider los detalles de su conversación con el pontífice, quien lo recibió durante 77 minutos en un salón de su residencia vaticana, la Casa Santa Marta, el pasado 7 de julio.
“En el encuentro habló de los niños no acompañados que están siendo mandados a atravesar el desierto. El está muy preocupado por ese tema. Dijo que se debe detener esa migración y que esos niños no tienen futuro, son las nuevas víctimas de un problema viejo. No es casual que haya tocado el tema, muestra la preocupación que está teniendo por este asunto”, reveló.
Es evidente que el Papa ya estaba preparando su mensaje al coloquio mexicano. En el mismo se refirió a las amenazas que padecen los migrantes en el mundo pero insistió en los peligros que afrontan estos niños que, cada vez más, viajan solos desde Centroamérica y México a Estados Unidos.
“Esta es una categoría de migrantes que desde Centroamérica y desde el mismo México cruzan la frontera con los Estados Unidos en condiciones extremas y persiguiendo una esperanza que la mayor parte de las veces resulta vana”, sostuvo.
Y apuntó: “Tal emergencia humanitaria exige una intervención urgente, que estos menores sean acogidos y protegidos. Pero tales medidas no serán suficientes donde no sean acompañadas por políticas de información sobre los peligros de tales viajes y, sobre todo, de promoción del desarrollo en los países de origen. Es finalmente necesario, ante este desafío, reclamar la atención de toda la comunidad internacional para que puedan ser adoptadas nuevas formas de migración legal y segura”.
Del Vatican Insider