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«La Cristiada» de la la Republica Checa

En entrevista, el doctor Miroslav Nedorostek, checo especialista en la Iglesia por la Universidad Carolina en Praga, fundada en 1348, habla de cómo la Iglesia tuvo que vivir en la clandestinidad durante el comunismo.

Se dice que el país más ateo de Europa es República Checa ¿Por qué?

Hay más razones para este hecho: primero, es el movimiento nacionalista checo que surge en la primera mitad del siglo XIX que tomó como su punto de referencia la tradición reformista de los Husitas (reformadores checos del siglo XV que siguieron la herencia teológica de John Wicliffe); segundo, es la fundación de Checoeslovaquia como un estado independiente que se perfiló en contra de la monarquía Habsburga, en contra del catolicismo, y por último, también la época del comunismo durante la cual la doctrina era la del materialismo y del retraso de la iglesia y de la fe como tal.

¿Cuáles son los comienzos de la Iglesia Clandestina en República Checa?

Primero vamos a comenzar a definir a que se refiere el término de Iglesia clandestina. Se refiere a las actividades de la Iglesia que están en contra del régimen político o el régimen que las prohibía (en este caso no necesariamente eran en contra del régimen).

Entonces las primeras actividades clandestinas e ilegales empezaron durante la segunda guerra Mundial en los años 40’s del siglo XX; sin embargo, la fase más intensa era durante el régimen comunista entre los años 1948 y 1989.

¿Qué tipo de actividades fueron clandestinas?

Clases de catecismo, tertulias de teología, celebración de sacramentos fuera del control del estado, celebración de las misas fuera de los lugares autorizados por el régimen, por curas sin autorización del régimen; preparación y consagración de los candidatos para ser sacerdotes fuera de los seminarios controlados y dirigidos por el régimen comunista. En general se trataba de creación del espacio libre para la fe.

El lema era: «hacemos todo lo que no se le permite a hacer a la Iglesia oficial», la que tuvo que hacer compromisos con el régimen.

¿Cómo se llamaba esa red? En México teníamos «la liga de los cristeros».

No tenían nombre, era una cuestión medio informal. Había muchas estructuras dentro de la «Iglesia clandestina”. No hay ninguna línea clara que distinga a la oficial de la «clandestina». Había una masa gris entre medias. También había en la «Iglesia clandestina» sacerdotes que eran «Oficiales del régimen». Tenían esta doble identidad.

Algunos grupos colaboraban entre sí. Siempre tener mayor conocimiento de otras personas era peligroso pues te podían llevar a la cárcel y torturar a cambio de los nombres. Por eso era bueno trabajar entre sí, sin revelar su identidad para no correr riesgo.

El grupo del padre Félix María era el grupo más complejo y más grande.

¿No había algún líder?

La estructura clandestina era formada por más grupos que no eran ligados formalmente por razón de seguridad. Junto con Félix María Davídek operaba Stanislav Krátký; son dos hombres que después, entre otros, se convirtieron en los obispos de la Iglesia Clandestina durante el comunismo.

¿Quién llevó el cristianismo a la República Checa? Así como en Rusia fue San Basilio

No sabemos precisamente. Es posible que la primera haya sido  la misión hiberno-escocesa. Es cierta la misión de Cirilo y Metodio de Tesalónica y también estuvieron los sacerdotes de Alemania del Reino Franco. Estas son las fuentes de la cristiandad. Cirilo y Metodio vinieron del Imperio Bizantino. Vinieron de otro mundo cultural.

Gracias al patrimonio de estos dos misioneros se estableció la tradición «oriental» de la Iglesia católica en la República Checa.

Por Ana Paula Morales