Este eslogan es un
acierto indudable. La delegación de Salud de la Comunidad catalana lo
ha lanzado para mentalizar a los jóvenes estudiantes de 14 a 18 años,
para que se lo piensen bien antes de jugar a "hacer el
amor".Las estadísticas no mienten. Cada año se incrementan.
Varios millares de jóvenes son infectados y fallecen a causa del sida.
Se les va a someter, junto con sus padres y educadores, a una encuesta
sobre la conveniencia de poner máquinas expendedoras de preservativos
en los institutos como remedio "eficaz" para evitar el
contagio.
Tal postura la
juzgo falaz, desacertada, ineficaz y carente de objetividad. Doy mis
razones: Si se reconoce que el sida es un peligro mortal, ¿por qué no
se ponen todos los medios habidos y por haber para que los jóvenes
eviten tan peligroso jueguecito?.¿Qué jóvenes, qué padres, qué
educadores o autoridades sanitarias harían encuestas para concienciar
de los riesgos de jugar a la ruleta rusa?. ¿No es esto una clara
incitación o tentación a los jóvenes para la prácticas de tales
juegos?.¿Es algo contraproducente o está fuera de lugar, enseñar a
los jóvenes la práctica de la continencia, el dominio de sí mismos,
el respeto a los demás?. ¿No existen otras alternativas que el sexo
sin compromisos para los jóvenes?.
Mucho me temo
que en este, como en otros aspectos de nuestra sociedad hedonista y
materialista, carente de auténticos valores, se siga con el mundo
juvenil un camino torcido que no les llevará a la felicidad soñada.
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